Lo acontecido este último lunes con la legisladora Sandra Orquera tiene un correlato en la historia de la política tucumana. Hace 24 años, un lunes 4 de agosto de 1997 Enrique Pedicone –por ese entonces vicepresidente primero de la Legislatura- tuvo que hacerse cargo del Ejecutivo por la ausencia del gobernador Antonio Domingo Bussi, el vicegobernador Raúl Topa y algunos ministros. La cúpula del gobierno había viajado a la ciudad de Buenos Aires para lanzar la primera emisión del bono provincial con garantía de coparticipación. Cuando Pedicone ingresó al despacho de la gobernación no había ni un mueble. A manera de disculpas, el gobernador solo le había dejado una tarjeta escrita de puño y letra que decía: “Estimado legislador, ruégole sepa disculpar el no proveer por esta única vez mi despacho por razones de desinfección y limpieza general, por cuanto hace tiempo que no se lo somete al mantenimiento de rigor. Atentamente”.