Antes de ponerle una calificación a la carrera de Trancas, el presidente del Rally Argentino, José María Minelli, advirtió. “Una carrera de rally es tan grande que nunca llega a ser perfecta, anoteló”, sugirió el cordobés. Anotado, entonces, ahora a calificar lo que supervisó durante el fin de semana. “La puntuación está arriba de siete”, aseguró Minelli.

La prueba que por primera vez formó parte del calendario nacional se llevó una muy buena nota. “No hubo que lamentar ningún accidente, ni problemas con el público. No tuvimos que decir en ningún momento: ‘muchachos corrijan esto porque estuvo mal’”, destacó el directivo.

COORDINADOR. Minelli encabeza un equipo de varios integrantes en cada carrera.

Todavía están frescas las imágenes del “fuera de camino” que se produjo el 29 de agosto en la primera fecha del Campeonato Provincial. El despiste del VW Gol de Karim Drube dirigiéndose hacia el público se viralizó. El incidente no pasó a mayores, pero prendió las alarmas sobre el comportamiento de los espectadores y las medidas que se iban a tener que tomar para la fecha Nacional.

“Mis felicitaciones para la gente que estuvo bien ubicada todo el tiempo. Eso habla muy bien de nosotros”, destacó Maximiliano Karamatich. El concepcionense, navegante del riojano César Folledo, disfrutó del correcto acompañamiento del público que hace tiempo no veía el paso de las máquinas de la máxima categoría por “El Jardín de la República”.

La ausencia tucumana en el programa del torneo más importante del país fue de más de 900 días. La ansiedad creció durante la pandemia por las suspensiones que se produjeron. Finalmente, se corrió. “Teníamos que venir en mayo, pero se fue cambiando y cambiando. En Trancas, terminamos una carrera con caminos excepcionales y totalmente satisfechos”, reconoció Minelli.

El trazado fue del agrado de los corredores también. “Volvimos a lo que estábamos acostumbrados en el Argentino”, destacó Karamatich. “Se ‘jugó’ con la especulación de las libras de las gomas. Sabíamos que iba a ser una carrera dura para los neumáticos. De hecho, gastamos más de lo normal”, apuntó “Maxi”. “Sería muy lindo que Trancas se quede en el calendario”, anheló. De ser así, lo que remarcó el navegante sobre las gomas deberá ser tenido muy cuenta en la próxima visita.

DISFRUTARON. Entre el calor y el sol, el público gozó de la competencia. LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA

“Fue muy difícil, hay que volver, obviamente. Uno disfruta mucho con la complejidad”, afirmó Alejandro Cancio. El neuquino fue el que mejor la pasó en Trancas porque fue el ganador general de la prueba que se caracterizó por las piedras grandes, mucha tierra suelta por la falta de lluvias y que, al mismo tiempo, generó mucho polvo en suspensión. “Así tienen que ser las carreras: no para destruir los autos, sino para cuidarlos. En Trancas tuvimos un rally verdaderamente de montaña”, aportó Minelli.

“Habría que agregarle algunos tramos más y con más kilómetros porque hay caminos hermosos, rápidos y técnicos”, se animó a pedir Damián Ibarra, ganador de la clase RC5 y que sólo hizo una sugerencia para mejorar. “Los trofeos. Este campeonato es lo más importante que tiene el rally a nivel país y los trofeos tienen que ser acordes a eso”, puntualizó el cordobés.

Un auto sin respuesta

El Ford Fiesta de Ricardo Collado terminó entre ramas y árboles al caer por un barranco en el especial Tacanas-Río Rearte. “El auto nunca me dobló”, explicó “Corcho” que salió ileso junto a su navegante Claudio Moreno.