“Para quien se considera el pueblo, no hay terror más inconmensurable que el pueblo se haga a un lado. Si el pueblo deja al líder, no hay líder. Cristina Kirchner tenía que escribir su carta para dejar claro que el pueblo había dejado a su delegado, a Alberto Fernández, no a ella”, dijo la tuucmana Cristina Pérez al comenzar su editorial de “Confesiones en la Noche” (Radio Mitre).

“Se hizo a un costado del vacío abismal en medio de la intemperie amenazante de la declinación”, le reprochó a su vez la periodista. “A ella, que la había absuelto la historia de sus causas judiciales, porque el voto popular le había perdonado la corrupción y la ineficiencia, el único tribunal al que consideraba legitimo de pronto la señalaba”.

Luego, Cristina Pérez señaló: “Lejos de elegir la elaboración de las razones, la verdad detrás del corrimiento tectónico que la arrasó, Cristina eligió, por supervivencia, amortiguar su derrota con relato, erigir un culpable y usar de paragolpes al artefacto que ella misma había creado”.

“Recordemos que cuando entronizó a Alberto Fernández, antes de ser la titiritera en la sombra, había sido primero, la gran simuladora”, indicó. “Nadie había dicho cosas peores de ella que su ex jefe de gabinete, pero necesitaba que fuera creíble su conversión a la moderación”.

Por otro lado, mencionó que “el problema de Cristina, además de la derrota, es que Alberto Fernández fue un truco electoral con consecuencias institucionales”. “La carta de la vicepresidente explicita de tal manera que él tiene deberes hacia el mandato de ella, que refleja la desmesura autocrática de su concepción de poder, al punto de dejar expuesto su rango de dominatrix, sin el menor esfuerzo por cuidar las formas”.

CRISTINA PÉREZ

Sobre las elecciones de 2019, la periodista recordó que “las ganó mediante un engaño”: “Alberto nunca iba a tener el poder. Y el que miente primero termina atado a su mentira”.

“Ahora es ella misma quien quiere despegarse de su actuación. Tirarla por la borda, echar lastre. Dicen que se cayó el mito que indica que el peronismo no pierde unido. Pero en realidad, eran las cúpulas las que estaban unidas”, apuntó la periodista.

“En estas horas aciagas, el Presidente parece jugarse la sustancia de su gobierno en la conformación de un nuevo gabinete. ¿Es posible tener consistencia en el equipo si no hay acuerdo con el plan? Hasta qué punto esto será sólo una nueva escenografía. Y ¿cuánto tardará el próximo correctivo de Cristina’. ¿O directamente ella militará en la oposición?”, se preguntó Cristina Pérez.

“El peronismo, que huele como pocas cosas la sangre fresca, conoce ese juego tanto como ella. O todo cambia para que nada cambie o estamos entrando en la tercera presidencia de Cristina. Cristina al gobierno y Cristina al poder”, ironizó asimismo.

En ese sentido, reflexionó: “Cristina entra en el extraño caso de ser Cámpora y Perón”. Mientras tanto, finalizó: “Al presidente sólo le queda una carta. De ahora en más todo es responsabilidad de ella. Sólo falta ver qué pasa con la economía. Ahí se sabrá el grado de radicalización en sangre del nuevo gobierno”.