La disputa política del peronismo acaparó la escena en Tafí Viejo y Las Talitas. Autos y motos que acarreaban personas hasta las escuelas para sufragar se entremezclaban con el caldeado humor de quienes esperaban en largas filas, afuera de los establecimientos.

En esta zona de la provincia, el peronismo se juega una reñida contienda que tiene como protagonistas a Javier Noguera (intendente del municipio y alineado con el gobernador Juan Manzur), el legislador Roque Álvarez y Alejandro Martínez, prosecretario de la Legislatura. Estos dos últimos son piezas claves para la estructura de Osvaldo Jaldo.

Vehículos identificados con las caras de los precandidatos de las listas ‘Lealtad peronista’, ‘Todos por Tucumán’ y otras siglas como ‘R-cion 2’ iban y venían por las calles de ambas ciudades en búsqueda de electores y ante la mirada pasiva de los efectivos policiales. Un taxista, que prefirió mantener su identidad bajo reserva, contó que en mediodía de trabajo podía ganar hasta $5.000 por transportar electores. “La gente que te contrata te paga la mitad de lo arreglado cuando comienza el día y lo restante después de las 18”, detalló.

En cercanía de algunas escuelas, también se observó el funcionamiento de casas electorales en las que se proveían de un voto a aquellas personas que se apersonaban para consultar su lugar de votación. “Aquí nos juntamos entre amigos para reunirnos un día como hoy y les damos votos a quienes nos pidan”, relató el propietario de una casa manzurista, en Tafí Viejo. Para estos casos, el Código Electoral Nacional —Ley N°19.945- fija como prohibición “ofrecer o entregar a los electores boletas de sufragio dentro de un radio de ochenta metros (80 m.) de las mesas receptoras de votos, contados sobre la calzada, calle o camino”.

En cercanía de algunas escuelas, también se observó el funcionamiento de casas electorales en las que se preveía de un voto a aquellas personas que se apersonaban para consultar su lugar de votación. “Aquí nos juntamos entre amigos para reunirnos un día como hoy y les damos votos a quienes nos pidan”, relató el propietario de una sede manzurista, en Tafí Viejo. Para estos casos, el Código Electoral Nacional -Ley N°19.945- fija como prohibición “ofrecer o entregar a los electores boletas de sufragio dentro de un radio de ochenta metros (80 m.) de las mesas receptoras de votos, contados sobre la calzada, calle o camino”.

FOTO LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO

Durante la campaña proselitista, el máximo punto de tensión llegó cuando el jefe municipal de Tafí Viejo opinó, a través de las redes sociales, sobre una nota publicada por este medio en relación al lanzamiento del espacio político del vicegobernador. “Nuestro Pequeño Nerón continúa en su derrotero firme hacia el abismo, a su paso, ofuscado y caprichoso, levanta su dedito condenatorio en medio de un escuadrón perdido. El pueblo peronista lo espera paciente en las urnas, donde se pagan todas las traiciones”, había dicho Noguera; la respuesta no tardó en llegar y a mediados de julio, Jaldo acusó al intendente de estar “fumando mucho”.

Toda esa tensión electoral dejó secuelas en gran parte de la población que en la jornada de hoy se acercó a las urnas. “No está bien la pelea. Se gritaron mucho y demostraron que se pelean por intereses personales y que nosotros no les importamos”, expresó una pareja que hacía fila para ingresar a la escuela Nacional N°46 ‘Presidente Nicolás Avellaneda’. En Las Talitas, Jonathan (31) compartió el malestar y manifestó que se acercó a votar porque es obligatorio.

Protocolos y cuidados

En las escuelas de la zona, el cumplimiento de los protocolos definidos por la Cámara Nacional Electoral se respetó. La premisa de no provocar aglomeraciones dentro de las escuelas y la presencia de los facilitadores sanitarios provocó que extensas filas rodeen los establecimientos y allí se observó a muchas personas totalmente preparadas para la ocasión. Documentos, plásticola y alcohol en gel fueron tres elementos que no faltaron en las manos de muchos tucumanos. “Yo me vine así porque dijeron que no se puede utilizar saliva para el sobre, pero yo quiero pegarlo para estar segura que el voto no se escape”, dijo Norma Herrera de 43 años.