El Diccionario de la Real Academia Española de Letras define la palabra “maligno” en sus dos primeras acepciones como “propenso a pensar u obrar mal; de índole perniciosa”; y en la quinta se abre a lo sobrenatural: “Diablo (‖ el príncipe de los ángeles rebelados). EL maligno”.

Esta última idea es la que mejor se acerca al último estreno de las salas cinematográficas de hoy en Tucumán, atento a un circuito de distribución que la semana pasada trajo cuatro títulos y esta, sólo uno, orientado al fiel e inagotable público del terror.

En la trama, una joven pareja espera su primer hijo en Seattle (Estados Unidos). Una noche, tras una pelea, Madison (interpretada por Annabelle Wallis, quien ya estuvo en “Annabelle” y “La momia”) comienza a percibir fenómenos extraños en la casa e imágenes inquietantes que la paralizan, no le permiten descansar correctamente y la mantienen en una constante y agobiante vigilia. Todo se agrava cuando descubre que sus visiones no son fantasías, sino que están relacionadas con siniestros asesinatos que se suceden en la ciudad. De pronto se convierte en la principal sospechosa de los crímenes para la Policía.

Esto la lleva a indagar en su pasado, para descubrir hechos que ya no recordaba que están conectados con un presente aterrador. Muchas preguntas deben ser contestadas para poder superar la situación paralizante que atraviesa, con la ayuda de su compañero (personaje a cargo de Jake Abel) y de su hermana menor (Maddie Hasson).

Tributos

Esta producción significa el regreso al género de James Wan, quien logró reconocimiento en este campo por haber creado la saga “El conjuro” y producido “El juego del miedo”, antes de dedicarse a las taquilleras películas de acción como “Rápidos y furiosos 7” o “Acuaman”, en su fallida incursión en el terreno de los superhéroes. El director indonesio (nacionalizado australiano) colaboró con el guión firmado por Akela Cooper y J.T. Petty, aunque aclaró que no se basa en la novela gráfica que él mismo escribió hace una década.

El resultado de este retorno es un filme donde la estética gótica está presente, con aportes del policial y con tintes religiosos, que aborda especialmente tributos a algunos de los directores que toma de referentes. Entre ellos figuran Darío Argento (como emblema del cine giallo italiano en general y de su última etapa en particular, estilo que marcó una época con apogeo entre las décadas de 1960 y 1980 con su forma de mixturar el terror gore con el thriller) y el norteamericano Brian de Palma, a un ritmo que por momentos no da tiempo para bajar toda la información que se ve en pantalla.

Rodada entre septiembre y diciembre de 2019, “Maligno” entró en el paréntesis obligado de la industria por el coronavirus y demoró su estreno hasta ahora. En el camino, tuvo tiempo más que suficiente para ajustar la trama y trabajar en los saltos temporales de su argumento, así como en la banda de sonido con la cual quiere reforzar el clima siniestro que presenta en cada escena.