El martes, Alicia Herrera y Ramón Álvarez tomaron la palabra por primera vez para hablar del fallecimiento de su hijo Tomás, ocurrido hace un mes durante su primer entrenamiento en Lince, aparentemente por muerte súbita. Aseguraron que desde entonces no tuvieron explicaciones ni respuestas de ninguna clase, y reclamaron que las autoridades del club se hagan responsables por haber incluido en el entrenamiento a Tomás, a quien habían enviado solo a averiguar información para inscribirlo, y sin solicitar un apto médico antes.

Tragedia en Lince: “Hace un mes que estamos sin saber nada”

En respuesta a las acusaciones de los padres de Tomás, la comisión directiva de Lince emitió un comunicado que envió a LA GACETA para dar su versión de lo ocurrido.

“Aún nos encontramos muy conmovidos por esta tremenda fatalidad. Toda la comunidad deportiva de Tucumán se hizo eco de esta desgracia, haciéndonos llegar sus condolencias y palabras de fuerzas y aliento para la familia de Tomás. Desde el club decidimos acompañar el dolor de los padres y respetuosamente nos acercamos al velatorio del joven, donde entregamos nuestro pésame a los deudos, a quienes les dijimos que estábamos a su entera disposición, junto al presidente de la Unión. Se decretó duelo y la Unión se hizo eco suspendiendo la fecha programada en honor a su memoria”, expresaron.

“En cuanto a los hechos, entendemos que se lleva a cabo una investigación y por supuesto que estamos a la espera y con la expectativa de los resultados. Seguimos atentos y esperamos que los familiares encuentren explicaciones que aplaquen tanto dolor”, continuó el escrito.

A LA ESPERA. Desde el club declararon que el episodio fue una fatalidad, que no se hicieron ejercicios intensos y que se asistió a Tomás desde el primer momento. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI

Acto seguido, el club hizo un relato de lo acontecido ese día: “en el momento del fatal desvanecimiento de Tomás, los chicos sólo llevaban tres minutos corriendo. Ante el inesperado suceso, el preparador físico y el entrenador corrieron a su auxilio, ante la atónita mirada de los demás jugadores y padres que se encontraban en el lugar. Se llamó al 911 y 107 con insistencia para la emergencia, pero al tomar real dimensión de la gravedad se decidió subirlo a un vehículo y trasladarlo mientras se le realizaba RCP en forma permanente hasta llegar al hospital Padilla. Esa noche fue tan triste para toda la comunidad de Lince Rugby Club que aún hoy no podemos recuperarnos. Realizamos el acompañamiento a los colaboradores del club en la seccional 11, donde declararon todos los participantes y los papás de los amigos que habían invitado a jugar a Tomás, quien por primera vez iba al club”.

Sobre las acciones a realizar a partir de lo sucedido, la comisión directiva del club de Silvano Bores al 800 informó: “estamos trabajando en juveniles con charlas y el acompañamiento profesional de psicólogas, quienes desinteresadamente nos contactaron para darnos su apoyo. Lo mismo realizamos con el staff de juveniles, devastados por la situación. Hablamos mucho y nos dimos fuerzas para poder seguir al frente de nuestros jugadores. Una vez más, nos ponemos a disposición de la familia y la justicia para que esta fatalidad que nos enlutó el alma y corazón, revele lo sucedido para tranquilidad de la familia Álvarez, la comunidad del rugby y de Lince Rugby Club”.