Basta con que una idea empiece a circular por nuestra mente para que nos peguemos al celular y empecemos a googlear información que nos dé las pautas de cómo concretarla. No hay distancias cuando se trata de Internet.

En esa búsqueda, YouTube arrasa y, con su “lupita” casi mágica nos da la oportunidad de introducirnos desde cero -o incluso especializarnos- en contenido de lo más variado. Ese nicho no pasó desapercibido para los docentes, que con la pandemia tuvieron que poner a prueba el multitasking y aprender sobre grabación, edición y tecnología en general en pos de asegurar el trayecto formativo de sus alumnos.

Aunque a algunos les costó bastante esa transición, otros -después de mucha práctica-, no sólo lograron dominar las habilidades necesarias para adaptarse a las nuevas circunstancias, sino que, además, hallaron ventajas en esa experiencia. Ese es el caso de algunos edutubers tucumanos.

PRESENTE. Gonzalo Díaz agasajó a sus alumnos en el día del estudiante.

A pesar de que son muy populares entre los estudiantes, más de uno puede preguntarse ¿qué es un edutuber? Se trata de docentes que ofrecen sus conocimientos de forma gratuita a través de YouTube. Luis Navarro es profesor universitario de inglés y su canal, Mister Luiggi, está muy cerca de llegar a los 30.000 suscriptores. El pedido constante de alumnos para que dicte clases particulares lo impulsó a embarcarse en la aventura de crear contenido y subirlo a la plataforma.

Cuenta que arrancó desde cero y con la ayuda de amigos. “Todo siempre fue prestado, la cámara, computadora, incluso el lugar para filmar. Después fui haciendo algunas inversiones”. Y destaca los beneficios de incorporar nuevas herramientas: “tener este recurso cambió completamente la dinámica de mis clases, todo fluye más porque en los videos los alumnos pueden ver lo que es más teórico y en las clases nos centramos directamente en despejar dudas sobre pronunciación y ver la gramática en acción”.

Éxito

Las estadísticas certifican el éxito de Navarro: uno de sus primeros videos supera el medio millón de reproducciones. “Cuando veo que a tanta gente le sirve lo que hago, me genera una satisfacción tremenda. El contenido da resultado, recibo buenos mensajes y creo que esto tiene que ver con la vocación de cada uno, porque si te gusta, das todo”, asegura.

EN CASA. Matías Sosa prepara videos con material adicional para sus alumnos.

Pero… ¿dónde está la clave? “Creo que lo que hace la diferencia es la experiencia, eso te permite identificar bien las necesidades de los estudiantes y tener un criterio para armar los contenidos. Todo está muy bien pensado antes, tengo una planificación y objetivos. Si la gente se identifica, se engancha”, afirma.

Matías Sosa, docente de matemáticas de nivel primario que también se considera un edutuber, agrega que comunicar de forma creativa es fundamental. “Uno termina haciendo una especie de standup con los chicos porque hay que estar al día con lo que ven y escuchan, y transmitir los conocimientos en ese lenguaje. Y, por supuesto, hay que hacerles saber que uno, como docente, se preocupa. Lo afectivo es muy importante”.

Cambios

Sobre los déficits que se presentan en la educación a distancia, Navarro opina que la pandemia expuso la incapacidad de los docentes para manejar tecnologías que ya estaban vigentes. “El problema no era de los alumnos, ellos están bien familiarizados con todas las plataformas. No estábamos capacitados para enfrentar de lleno estos cambios, por eso para mí fue una ventaja haber empezado antes el canal”.

APOYO. Fernanda Torres hace lo imposible por guiar a sus alumnos.

Sosa sostiene que actualmente la educación vive un cambio de paradigma “que también se mezcla con las limitaciones que tienen los chicos y los docentes. Hablamos de falta de capacitación, de conectividad y de recursos. El que ya venía formándose en informática y las TIC sacó una ventaja, pero este no es el caso de la mayoría”, reflexiona.

Brechas

En medio de los cambios hay abismos que se miden en términos de oportunidades. De esas que no llegan para todos y que hace falta verbalizarlas para darles entidad.

“Hay muchos chicos que quedaron en desventaja, no tienen Wi Fi, datos o ni siquiera una computadora. De hecho, la mayoría se conecta a través de un teléfono, que suele compartir con otros miembros de su familia”, relata Fernanda Rubiol Torres, una de las tantas docentes que ingenió un sinfín de ideas para mantener el contacto con sus alumnos durante el aislamiento.

Como docente de los sectores público y privado describe las desigualdades que vivieron los estudiantes. “Ves cómo funciona tranquilamente en la privada porque mandás links, videos o juegos y los alumnos los pueden abrir y trabajar. En cambio, en la pública, en un curso de 30 alumnos lograba que se conecten, como mucho, dos o tres. Obviamente, siempre intentamos armarles cuadernillos, videos u otros documentos para que descarguen, pero todo eso fue muy desigual”, remarca.

CLASES. Luis Navarro y sus alumnos de primer año de la carrera de inglés.

Más opciones

El profesor de inglés Gonzalo Díaz reitera la importancia de comprender que el docente a cargo del aula no es el único que puede enseñar. Además enfatiza las ventajas de tomar una postura que acepte matices. “Lo bueno es que Youtube te permite que los chicos aprendan no sólo de vos, sino que tienen a su disposición muchísimo contenido. Lo mismo pasa para los docentes, todos podemos aprovechar esto”, recalca. Explica que participar en distintos eventos internacionales le abrió la cabeza. “Vas conociendo el trabajo de otros colegas, tomando ideas que sirven en otro lado, y dando oportunidades nuevas a los chicos. Logré que un amigo que trabaja en Disney hiciera una videollamada para mostrar uno de los parques, eso fue increíble. También incentivamos intercambios con estudiantes del exterior”, continúa.

Aunque considera que aún le falta para definirse como un edutuber, expresa su admiración por quienes se disponen a compartir conocimientos para democratizar la educación.

“Son gente con pensamientos alternativos muy generosos. Creo que trabajan en esta idea de entender que el alumno puede aprender sin que vos estés al frente, mandas un video y lo puede ver 100 veces si quiere hasta que lo entienda bien. Grabás un video, lo subís y también podés combinarlo con preguntas en vivo. Eso está muy bueno”, enfatiza.

CONGRESO. Gonzalo Díaz guía a colegas extranjeros en distintos eventos.

Futuro

“La escuela está pensada para otra época, por eso el sistema requiere un cambio en términos de recursos, debe reestructurar las exigencias a los docentes para darnos más libertad y ser más creativos y trabajar en una capacitación enfocada en la tecnología. Más visión y apertura”, señala Sosa. Añade que se debe apuntar a tres puntos básicos: la comunicación, la inteligencia emocional y el juicio crítico de los chicos para poder ser parte del nuevo modelo.

Los docentes coinciden en que volver exactamente al mismo sistema educativo no es una opción. “Por el momento debería ser híbrido, pero migrando a uno 100% virtual. Creo que no es necesaria la presencialidad”, dice Navarro y remarca las ventajas de la virtualidad: “los chicos prenden la cámara, conocemos su voz y, de algún modo, se rompe con las barreras que enfrentan para participar. Se genera otro tipo de vínculo que creo que no se limita a lo presencial. Hay otras formas de socializar”. El docente admite que “sería muy desmotivante volver al mismo sistema de antes”. “Ahora puedo hacer más cosas y tengo recursos que si volvemos, se pierden. En clases los chicos se ríen de algo y vos podés mostrarles un video, un meme, una película, ellos te comparten la pantalla. Se aprovecha más”, asegura.

INTERNACIONAL. Gonzalo Díaz junto a estudiantes de Turquía y EEUU.

Por su parte, Díaz invita a sus colegas y a todos los actores del sistema educativo a ser conscientes de lo que estamos viviendo. “No podemos perder lo que construimos hasta ahora, no hay que tenerles miedo a estos cambios. Todas estas son formas de llegar al alumno, de darle una oportunidad de seguir estudiando”, concluye.