La Policía de Tucumán logró desbaratar un taller clandestino en el que, según la investigación, se dedicaban a adulterar números y letras de chasis y motores de motocicletas robadas, a fin de "limpiarlas" y reintroducirlas otra vez en el mercado.

La pesquisa se inició a partir del hurto de una moto registrado hace 11 días, en jurisdicción de Yerba Buena.

Efectivos de la Brigada de Investigaciones de esa ciudad, a cargo del comisario Héctor Marín y con la supervisión del jefe de Zona II Carlos Ruiz, obtuvieron datos según los cuales el rodado se encontraba en el barrio Néstor Kirchner, ubicado en San Miguel de Tucumán.

Tras obtener las órdenes de allanamiento, los efectivos encontraron en uno de los inmuebles una serie de evidencias que son consideradas clave para la causa.

Entre ellas, una moto Honda Wave sin dominio, con los dígitos del cuadro y el motor adulterados; una caja con herramientas para adulterar números y letras en metales; y otros elementos que demostrarían el funcionamiento de un taller clandestino en ese lugar.