Mucho se ha hablado durante los últimos tiempos sobre el clima, la tierra, y cómo la pandemia ha favorecido (o no) al mejoramiento de la situación actual del planeta.

Aquellos mensajes optimistas del inicio de la pandemia ya han sido derribados con un mundo de realidad, basado en estudios realizados durante esta época. Uno de ellos es la sexta evaluación sobre el clima mundial, impulsada por la ONU, que contó con la participación de más de 200 expertos de 60 países. Esta, se constituye hoy como el informe más detallado y actual sobre el clima.

El documento será dividido en tres partes y la primera ya fue publicada el lunes por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). Su finalidad es hacer una síntesis de los efectos físicos del calentamiento global y posibles escenarios en el futuro. Todos ellos, alarmantes.

“El informe del IPCC es un código rojo para la humanidad”, comentó António Guterres, secretario general de la ONU. Y sí, lo es: según concluye, el cambio climático ya está afectando a todas las regiones del planeta y los cambios que se experimentan son irreversibles, sobre todo en lo que respecta a los océanos, las capas de hielo y el nivel del mar. Lo que podemos hacer, al menos, es ralentizar estas modificaciones permanentes.

“Las alarmas son ensordecedoras y la evidencia es irrefutable: las emisiones de gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles y la deforestación están asfixiando nuestro planeta y poniendo a miles de millones de personas en riesgo inmediato. El calentamiento global está afectando a todas las regiones de la Tierra, y muchos de los cambios se vuelven irreversibles”, remarcó Gutierres.

El estudio demuestra que los cambios climáticos recientes son generalizados, rápidos y cada vez más intensos, y que no existen precedentes en miles de años. Hay un sólo responsable: el humano. La acción antrópica provoca el calentamiento de la atmósfera, los océanos y la tierra, y esto desemboca en que, eventos climáticos extremos, incluidas las olas de calor, las lluvias torrenciales y las sequías, se produzcan de manera más frecuente y severa.

La Tierra se calienta más

Lo que más preocupa es lo relacionado a las temperaturas: la evaluación afirma que continuarán en aumento hasta mediados de siglo y se necesitarían reducciones inmediatas de las emisiones de gases de efecto invernadero para lograr limitar el calentamiento a 1,5ºC, en las próximas dos décadas. Este aumento igualmente producirá cambios en la Tierra: aumento de las olas de calor, estaciones cálidas más largas y frías más cortas, así como cambios en los patrones de precipitación, que provocarán inundaciones y sequías.

La evaluación tiene por objetivo imaginar escenarios posibles a futuro en función de las emisiones de gases de efecto invernadero proyectadas para las próximas décadas. Así, determina que con un aumento de 2ºC (el “umbral crucial de calentamiento”, que seguramente superaremos este siglo) los extremos de calor alcanzarían con mayor frecuencia umbrales de tolerancia críticos para la agricultura y la salud.

Si no se actúa y las emisiones siguen creciendo como hasta ahora, se llegaría a un incremento de 4,4ºC a fin del siglo, lo que multiplicaría la intensidad y frecuencia de los fenómenos extremos: se proyecta -dice el estudio- que el calentamiento global continuo intensificará aún más el ciclo global del agua, incluyendo su variabilidad, la precipitación monzónica global y la severidad de los eventos húmedos y secos.

Nada similar en 2.000 años

Los gases de efecto invernadero, grandes responsables (por acción humana) del sobre calentamiento del planeta, se liberan cuando se queman combustibles fósiles para generar energía.

Desde la Revolución Industrial las emisiones no han parado de crecer, incluso se sabe ya que la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera actual es la más elevada en los últimos dos millones de años, y se debe a la combustión y deforestación. En cuanto a las concentraciones de metano y óxido nitroso (los otros dos responsables del calentamiento) no habían sido tan altos en los últimos 800.000 años, gracias a la agricultura y los combustibles fósiles.

El aumento de la temperatura media global ya está en 1,1ºC, respecto a los niveles preindustriales y el ritmo del calentamiento es el más alto al menos en los últimos 2.000 años, ya que no hay precedentes de un proceso similar antes de ese periodo de tiempo, según el informe del IPCC.

Y en América Latina...

Según el IPCC, es probable que las temperaturas en nuestra región aumenten más rápido que la media mundial. Se espera un cambio en las precipitaciones medias, con aumentos en el noroeste y sureste de América del sur y disminución en el noreste y suroeste (Argentina).

Los glaciares, por su parte, continúan en la cordillera de los Andes, y aumentarían en todos los escenarios posibles, logrando menor caudal en los ríos y desbordamientos de lagos glaciares.

Otra cuestión, las inundaciones: la evaluación da cuenta de que el nivel del mar también ha aumentado más que la media normal en el Atlántico Sur y en el Atlántico Norte subtropical y se espera que esto empeore, desatando más fenómenos ambientales en las zonas costeras.