Estadísticamente, podía presumirse que si Argentina iba a tener logros en los Juegos Olímpicos de Tokio, vendrían del lado de los deportes colectivos. La delegación que participó en la cita asiática estuvo formada por 181 deportistas, 116 de ellos integraban una de las ocho selecciones clasificadas.

En unos Juegos Olímpicos marcados por la ausencia de medallas de oro para Argentina, algo que no sucedía desde Atenas 2004, los tres metales conseguidos se celebran, desde luego, pero también ponen de manifiesto una situación que merece ser revisada. El debate deportivo viene desde hace años atravesado por las crisis variopintas, más que por alguna evolución. El espíritu grupal que exhiben los atletas argentinos es mundialmente elogiado por resultados como las medallas que el hockey sobre césped, el rugby de seven y el voley aportaron. Sin embargo, esos logros platean una áspera discusión: cuesta, últimamente, desarrollar deportistas en actividades individuales. Son pocos los clubes del país en los que priman las prácticas unitarias, por el contrario, las grupales son las más populares. Será otro punto a trabajar para los próximos Juegos Olímpicos y también para mejorar la realidad.

DEMUESTRA LA IMPORTANCIA DE LOS CLUBES

Julia Calderó

Ex presidenta de la Asociación Tucumana de Hockey (2007-2012)-ex jugadora

Pienso que en las tres medallas que se consiguieron hay que destacar algo: todos los jugadores surgieron deportivamente de un club, comenzado a jugar desde muy pequeños. O sea, que esto demuestra la importancia que tiene para niños y jóvenes pertenecer a un club. El deportista es ahí donde se forma y, una vez que están formados, pasan a esferas más importantes y a destacarse. Se perfeccionan de otro modo ya, pero la esencia estuvo en algún club. Refiriéndome específicamente a Las Leonas porque conozco más el hockey, se de la preparación y sacrificio que hicieron para llegar a un resultado tan importante como el de Tokio. El equipo fue ganando confianza, nuevo con pocas figuras relevantes y jugadoras muy chiquitas en formación.

¡Lo que le ha costado llegar a Victoria Sauze y a casi todas! Pero, a la vez, son unas privilegiadas por poder formar parte de un equipo nacional; todas quieren ser Leonas.

Fue realmente hermoso. Las medallas de bronce que lograron el rugby y el voley también son impagables. Con sus rendimientos nos tenemos que sentir muy satisfechos. Y, repito, destaco el trabajo de los clubes. Ahí es donde hay que enfocar el trabajo para seguir creciendo. La ayuda económica tiene que ir a esas instituciones porque los clubes están pasando momentos difíciles y el objetivo es sacar a los chicos y jóvenes de la calle.

De esa manera, llegarán a un lugar tan lindo como un club y a hacer algo igual de lindo como practicar deportes por eso los clubes merecen mucho más apoyo.

SIN POLÍTICA ORIENTADA A LO INDIVIDUAL

Marcelo del Negro

Ex jugador de San Martín-subcampeón mundial junior 2001

No hay en Argentina una política educativa orientada hacia el deporte en sí. El deportista argentino nace para satisfacer una necesidad social que se encuentra en los deportes populares que se practican en el país que son mayormente los de equipo: fútbol, rugby, hockey, básquet, voley. Como consecuencia de esto, las Federaciones y Asociaciones de esas actividades deportivas, al tener un gran número de jugadores, son más fuertes y hay más competencias y de mayor nivel. Sus federaciones, al ser tan fuertes, son económicamente autosuficientes y pueden brindar más a sus deportistas.

Un chico en Argentina no se acerca a un club para practicar atletismo, por ejemplo, y además la oferta de esta disciplina es muy escasa en el país. Si así lo quisiera, es complicado encontrar la infraestructura y profesores especializados acorde al proceso que tiene que desarrollar un deportista que quiere llegar a ser olímpico. Ese desarrollo, debe hacerse desde chico. Si bien surgen atletas de alto rendimiento, son muy escasos y extraordinarios.

Por lo que creo que para el desarrollo de deportistas de disciplinas individuales de alto rendimiento en Argentina, necesariamente debe generarse una política educativa orientada a las actividades individuales. Por ejemplo, desde las escuelas primarias se pueden promover acciones apoyadas desde el Estado en la formación deportiva, la captación de talentos y su posterior perfeccionamiento, construyendo centros deportivos para tal fin.

QUERER ENSEÑAR TAMBIÉN ES IMPORTANTE

Julio Giménez (radicado en Canadá)

Ex entrenador de la selección menor argentina, de Pellegrini Voley y Ciudad Voley

Mi primera impresión sobre el logro del voley fue de emoción y de mucha alegría. Para ganar una nueva medalla olímpica hubo muchas personas que trabajaron desde los clubes, centros deportivos y escuelas de Argentina, además del excelente cuerpo técnico. La medalla, y esto no sólo va para el voley, sino también para el rugby y el hockey, debe ser aprovechada: más niños y niñas deben acercarse a jugar y generar más cantidad de personas que quieran aprender a enseñar ese deporte.

Aquí es interesante conocer como funciona el sistema canadiense. En éste momentos, estoy en comunicación con la Universidad de British Columbia y los programas de las Selecciones Juveniles de Canadá; todavía no he retomado mi trabajo de entrenador. Los próximos pasos son asociarme a The National Coaching Certification Program (NCCP), que está regulado por el Estado.

El entrenador deportivo tiene un código laboral regulado por el Estado. En mi caso, al tener cierta experiencia y un aval de técnico internacional hay una parte del proceso que podría sortear, pero son tan interesantes las regulaciones que hay para hacer, casi como carreras de grado con mucho contenido, que me gustaría hacerlas. Eso genera que alguien quiera aprender a enseñar un deporte.

ADMIRO EL ESFUERZO EN LOS DOS CASOS

Pablo Urchevich

Ex jugador de Pellegrini Voley-actualmente en River

Sobre porqué son más los deportes colectivos que individuales los que trajeron medallas no se si tengo una respuesta concreta. Lo que yo valoro y respeto es el esfuerzo que hace cada deportista y, más en el alto nivel, es algo que admiro tanto en deportes colectivos, como individuales. No estoy sorprendido del bronce en el voley, pero sí fue increíble cómo se dieron estos Juegos Olímpicos.

Argentina tuvo una ronda clasificatoria muy difícil, la “zona de la muerte”. Por algo los cuatro semifinalistas fueron los mismos que jugaron en la zona de la selección argentina.

Este grupo se bancó miles de cosas, acompañados por un staff y técnico de primer nivel. Lo percibí cuando me convocaron en abril. Compartí esos días con Facundo Conte, Cristian Poglajen y Bruno Lima. Marcelo Méndez es uno de los mejores entrenadores del mundo. Sus entrenamientos demandan un nivel de exigencia muy alto, hace que mejores muchísimo como jugador. Además, es una excelente persona que me hizo sentir muy cómodo cuando estuve en la concentración.

Estoy súper contento y emocionado por lo que hicieron. Dejaron a nuestro país y al voley en lo más alto, es algo que no tengo palabras para describirlo.

LA CLAVE ESTÁ EN EL SISTEMA DE SCOUTING

José Santamarina

Ex jugador y manager deportivo de Los Pumas

Antes que nada, me parece que es un tema que se debe analizar con detalle porque es complejo. Sin embargo, me parece que la circunstancia de que sean deportes colectivos los que consiguieron mejores resultados en los Juegos Olímpicos tiene su causa en que las asociaciones, uniones o federaciones que los rigen han diseñado mejores sistemas de búsqueda y desarrollo de talento en comparación con lo que se hace desde la Secretaría de Deportes de la Nación y el Enard con las disciplinas individuales.

En estos casos, el deporte argentino no está organizado metódicamente para el scouting de talento. Por ejemplo, vi a Belén Casetta entrenarse sola en Tafí del Valle, corriendo en El Infiernillo a una velocidad increíble, pero sola. Sin PF, sin psicólogo, parando en la casa de unos amigos. Lo que digo es que no hay un sistema preparado para el deportista individual de alto rendimiento. No conozco bien cómo funciona en el voley, pero en el hockey y en el rugby sí hay sistema. En el rugby, a través de las Academias y Centros de Rugby, se van sondeando deportistas aptos para la alta competencia ya desde los 14 años. Y en el hockey, las chicas que tienen cierto nivel se están yendo a Buenos Aires a jugar una liga en las que pueden verlas todos los fines de semana. Creo que ahí está la respuesta: en los deportes colectivos, la búsqueda ha funcionado mejor.

ES UNA CUESTIÓN DE APOYO

Isaías Montoya

Jugador de Huirapuca y de Tucumán 7

A los deportes colectivos les va específicamente bien en este país por una cuestión de apoyo entre nosotros, los jugadores y los socios. Eso se notó cuando Los Pumas ganaron porque de lo primero que se acordaron fue de los clubes donde surgieron. El apoyo a los deportistas individuales es menor: cuentan con un entrenador y con la familia, pero no más que eso. ¡Ni me imagino lo difícil que debe ser un deportista de manera individual!

Admiro mucho la cabeza que hay que tener porque en los deportes colectivos, si no estamos bien, nos apoyamos en alguien, en el de al lado y entre todos tiramos. Por eso siempre presto atención a los tenistas, a los velocistas; son personas que dependen de ellos mismos para triunfar en el deporte. Creo que las medallas que se ganaron en los Juegos Olímpicos se deben a eso: al trabajo y al apoyo de mucha gente, aparte de todo lo que se viene realizando a nivel de uniones que crean jugadores.

Para los que practican deportes colectivos, quizás no es tan importante el apoyo del Gobierno porque con el acompañamiento de tu club, compañeros y las uniones te alcanza para poder competir al máximo nivel, en cambio el resto de los deportistas individuales la tienen muy difícil para poder equipararse al entrenamiento de otras partes del mundo.