No siempre se celebran las Bodas de Oro de una camiseta, pero este es un caso especial, un fenómeno del que llegó a hablarse en el mundo. Y todo gracias a un seleccionado de rugby que hizo de Tucumán una marca registrada. El símbolo de esa historia es el naranja de una casaca que vio la luz en 1971 y se quedó para siempre, instalada como un sinónimo de la más pura tucumanidad. Pasaron 50 años y la Naranja mantiene su plena vigencia.