Tenemos la PC de escritorio, la notebook, el celular, el televisor... y la lista de dispositivos tecnológicos que usamos a diario continúa. Las advertencias sobre los efectos que produce la alta exposición a las pantallas son frecuentes, pero existe otra parte de nuestro cuerpo que sufre por igual: las manos.

El confinamiento del año pasado y las limitaciones actuales impuestas por la pandemia han hecho que usemos por mucho más tiempo los aparatos tecnológicos. Una cuestión que lleva, según indica la ONG Clínica Mayo, a un aumento en los casos de calambres, contracturas y hormigueos en los brazos y en los dedos.

“El motivo es que mucha gente (trabajadores, estudiantes, universitarios y niños) extendió la cantidad de horas consecutivas en que utilizan sus smartphones o computadoras. Después de varios meses con la misma secuencia, aparece un desgaste e inflamación en los tendones flexores o fatiga en las articulaciones”, explicó la entidad dedicada a la divulgación de temas de salud.

Patologías

Entre las patologías que aparecen en las consultas a traumatólogos y reumatólogos figuran los dolores intensos en las muñecas (al permanecer estas apoyadas sobre superficies duras) y la tendinitis (producto de, por ejemplo, el deslizamiento constante del pulgar en la pantalla, la escritura de chats en WhatsApp o la manipulación del joystick).

También aumentaron los pacientes con síndrome del túnel carpiano (el cual genera una sensación de adormecimiento en los dedos y un ligero hormigueo) y tenosinovitis.

“Otras lesiones son el resultado directo de la mala postura que adoptamos al navegar por internet. Al sentarnos debemos mantener un eje simétrico en el cuerpo y con la columna recta y en un respaldo apto. Sin embargo, el home office hizo que usemos nuestras herramientas de trabajo en la cama, cualquier sillón o asientos sin respaldo”, detalló el artículo científico sobre “Cuidado de las manos en época de covid”.

En algunas instancias, la falta de atención médica temprana y la sobreexigencia de acciones manuales pueden conducir a dolores crónicos, situación que ocurre con la artrosis del pulgar.

Recomendaciones

Para evitar lesiones, la principal sugerencia es realizar secuencias de elongación para los dedos, muñecas y brazos, especialmente antes y después de usar el teclado o mouse.

Además, al sentir cierto cansancio o presión, se recomienda frenar la actividad y realizar durante 10 a 15 minutos masajes con alguna crema o pomada antiinflamatoria. Tras la consulta médica, las muñequeras u órtesis también resultan una buena alternativa para evitar posiciones perjudiciales.

Otro detalle a tener en cuenta es la higiene y la desinfección de los dispositivos para evitar dermatitis de contacto o alergias a causa de la acumulación de polvo, bacterias o grasitud.