La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció en público junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y reclamó a la oposición mayor madurez política a la hora de plantear las diferencias. 

“Entre todos los que hacen política, los que no la hacen, podemos llegar a un acuerdo básico mínimo de que hay cosas que no pueden ser objeto de discusión. No podemos discutir por dónde sale el sol y si la Tierra es redonda o plana, porque todos sabemos que es redonda, y no podemos seguir discutiendo si la vacuna tal o cual sirve o no sirve”, dijo la ex presidenta durante la reinauguración de un hospital infantil.

“En nombre de tanta gente que no se vacunó por miedo, en nombre de los trabajadores de la salud: por favor, dejemos la vacuna y la pandemia fuera de la disputa política y contribuyamos a que no haya tantos contagios, a que la gente quiera vacunarse”, reclamó.

Además, destacó el plan de vacunación nacional. “Hoy completamos 20 millones de vacunas con todas las dificultades que vemos que son producto de la desigualdad entre países. Hay países que han acaparado millones de vacunas frente a países que están penando por tener una vacuna. ¿No sería mejor que todos los argentinos unidos les pidamos a esos países que sean solidarios y envíen esas vacunas al resto del mundo que todavía le faltan?”, sostuvo.

Además, aunque sin dar nombres propios, cuestionó a quienes se oponen a las restricciones sanitarias. “Libertad para mí y que se joda el resto no es libertad. La verdadera libertad es cuando uno sacrifica su propia libertad de estar abocado a una tarea solidaria para que los demás sean libres. Cuando estemos todos vacunados y se pueda salir a la calle, y si alguien se contagia saber que le pasa lo mismo que con la gripe... Ayudemos a la verdadera libertad de la sociedad que va a ser cuando estemos todos vacunados”, planteó.

También pidió que no se ponga en duda la palabra de los médicos y de la ciencia: “No puede ser posible que sea un campo de disputa política”. Para introducir este tema, la ex mandataria nombró a la grieta e invalidó esa discusión diciendo que quienes se oponen a las vacunas lo hacen no por un tema ideológico sino que “son producto de la irracionalidad”.

Y contó una historia de cuando ella cursaba el secundario y debía vacunarse con la Sabin oral contra la polio: “En el año 56 hubo una epidemia de poliomelitis que era parálisis infantil. Un virus que ataca la médula y quedás paralítico. Durante toda la década del 60 en la escuela se vacuna contra la viruela, la difteria y la Sabin oral. En aquel momento, después del derrocamiento de Perón, se imaginan la grieta que había en el país. A nadie se le ocurría decir ‘yo no me doy la vacuna’, no se podía cantar la marcha peronista porque te llevaban preso, no podías decir Perón o Evita porque estaba prohibido por ley. Así que imagínense si había que pelear por las libertades en serio, no por vacunarse o no, sino por las libertades de votar”.

“En mi casa nunca se nos ocurrió decir ‘no me voy a vacunar con la Sabin oral porque en el gobierno no está Perón y no me dejan votar. Porque hay cosas que escapan a la grieta, que es mentira que son producto de la grieta. Son productos de la irracionalidad, que no es patrimonio de la Argentina. Cuando uno ve lo que pasa en el mundo, desde los terraplanistas hasta los antivacunas, vemos que eso no es oposición, no es el juego de la democracia. Hay algo que escapa a esto y que es la falta de razones, de motivaciones, que nos hace anclarnos en la irracionalidad”, afirmó

“Probablemente esta no sea la última pandemia sino que tengamos otras y que debíamos repensar el sistema de salud. Y que debíamos ir a un sistema integrado entre los tres subsistemas: público, obras sociales y privado o prepagas”, afirmó.  Y cuestionó: “Díganme: ¿hoy no está integrado acaso a las patadas porque lo impuso la realidad integrando a todos los sistemas porque las prepagas no saben d{onde colocar la gente porque no tienen, van a lo público y de lo público van a lo privado?”.

“Lo peor que le puede pasar a un gobierno es negarse a discutir las cosas evidentes. Tenemos que tener la inteligencia de poder anticiparnos a lo que va a venir. Vamos a tener que discutir esto y tantas otras cosas en las que podamos tener diferencias. Hay que buscar soluciones, no divisiones y entorpecer al otro. No en estas cuestiones”, cerró la vicepresidenta.