Si contando Venezuela con plantel completo sus posibilidades contra Brasil (anfitrión y con puntaje perfecto en Eliminatorias) no eran alentadoras, tanto menos lo eran después de la ola de contagios que lo dejaron con un plantel diezmado para el debut. Un total de 11 jugadores fueron baja por el virus. Y pasó lo que era previsible que pasara: que a la “Verdeamarelha” le bastó con velocidad crucero para firmar un 3-0 en el “Mané Garrincha” de Brasilia, en el duelo que marcó la apertura de la Copa.

De haber querido, el equipo de Tité hubiera podido hacerse un carnaval, pero reguló fuerzas teniendo en cuenta que luego debe enfrentar al Perú de Ricardo Gareca (que más allá de su mal presente en Eliminatorias, no deja de ser finalista de la última edición) y al siempre peligroso Colombia.

Una definición algo tosca pero efectiva le dio la ventaja a Brasil por medio de Marquinhos en la primera parte, y en la segunda vinieron los tantos de Neymar (de penal) y Gabriel Barbosa. El famoso “Gabigol” definió un centro con el pecho y selló un partido que hacía rato ya estaba terminado, con un rival ya desgastado por un campo pesado a causa de la lluvia.

No fue precisamente una vara para medir el potencial de Brasil, que de todos modos es el gran favorito, por sus jugadores, por su presente y porque, cabe recordar, ganó todas las ediciones de la Copa América que se jugaron en su tierra.