Un informe de Región Norte Grande, en base a datos del Indec, reveló que en muchas provincias argentinas, especialmente en las del norte del país, hay más empleados públicos que privados.

Para poder observar esta situación en datos, la consultora elaboró un ranking de regiones y provincias, que miden la cantidad de trabajadores públicos provinciales en relación a la cantidad de asalariados privados registrados. Para esto consideraron solo los empleados que pertenecen a la planta de la provincia: no pudieron incluir, por falta de datos, a trabajadores municipales ni a los agentes públicos nacionales con asiento en las provincias.

La medición es simple: se detalla cuantos agentes públicos existen cada 100 trabajadores privados formales. En este marco, la realidad da un fuerte golpe al notar que, de las primeras diez provincias en liderar este ranking, siete pertenecen al Norte Grande, y las cinco primeras en particular tienen un enorme desfasaje entre lo público y lo privado.

Por regiones

En el NEA,hay 97 empleados públicos por cada 100 empleados privados. En el NOA,  84 cada 100. En la región Pampeana son 25 empleados públcios cada 100 privados; en Cuyo 48 y en la Patagonia, 55.

El NEA encabeza con un alarmante 97 empleados públicos de cada 100 privados: a este resultado llega sobre todo por el empuje hacia arriba de Formosa y Chaco, ambos con valores superiores a 100, mientras que Corrientes quedo cerca de estas últimas, y Misiones en cambio, tiene una proporción más cercana a 50.

El NOA, a su vez, registra un también preocupante 84 cada 100: aquí las provincias de Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero y Jujuy son las que empujan hacia arriba la media regional, al tiempo que Salta y Tucumán muestran resultados menores.


Por provincia

Al observar los datos por regiones, queda ya marcada una idea general de cómo se posicionarían las provincias en su propio ranking, y ello pasaremos a detallar a continuación:


Como se observa en este gráfico, Catamarca lidera de manera cómoda el ranking: tiene la alarmante cifra de 238 empleados públicos provinciales cada 100 asalariados registrados en el sector privado. En numero absolutos, la provincia registró 63.259 empleados públicos provinciales y apenas 26.539 asalariados privados formales.

En segundo lugar, se posicionó Formosa con 183 empleados públicos cada 100 privado, y La Rioja, con 140, completa el podio.

En los puestos 4 al 10 se posicionaron Santiago del Estero (131 públicos provinciales cada 100 privados); Chaco (119), Corrientes (99), Jujuy (78), San Juan (74), San Luis (67) y Entre Ríos (66).

Es decir, entre las provincias que ocupan los primeros diez lugares, 7 son del Norte Grande: tres del NEA y cuatro del NOA; y en el caso de las primeras cinco en particular, le sacan varias cabezas de ventaja al resto.

¿Qué ocurre con las tres provincias del Norte Grande que no están allí presentes? Misiones, con una proporción de 59 cada 100, se ubicó en el 14º lugar, con una enorme diferencia con las otras que componen el NEA. Por su parte, Tucumán (57 cada 100) se posicionó en el puesto número 15 del ranking nacional; y Salta es la provincia del Norte Grande que muestra la menor proporción (54 cada 100), ubicándose en el 17º lugar.


Por qué pasa esto


La consultora hace un duro análisis sobre estos datos: hace foco en el volumen de los salarios estatales en las provincias del Norte Grande, “en las que predomina la baja oferta laboral del sector privado, y donde el Estado asumió un rol de empleador para absorber una porción de la mano de obra demandante, llegando a niveles donde se hace insostenible continuar sumando personal la nómina de agentes del Estado”.

Asimismo, hacen hincapié en que “en los meses de junio y diciembre, las provincias ponen el foco en el problema que representa el pago de aguinaldos, por lo robusta que es la masa salarial que representan los salarios en los presupuestos provinciales”.

Finalmente se destaca que “la actual pandemia ha demostrado que los estados provinciales siguieron funcionando y prestando los servicios básicos (agua, luz, recolección de residuos y salud pública, servicios bancarios, etc.) mientras la mayoría de los empleados estatales estaban en cuarentena por la pandemia”. Y concluye: “el desafío a futuro es crear fuentes de trabajo privadas en el Norte Grande”.