RESCATE

NO MÁS TADEOSO 

LAMBORGHINI

(Seré breve – Buenos Aires) 

Textos dispersos y desconocidos de Osvaldo Lamborghini

Hay casos excepcionales en la literatura argentina. Autores que han cimentado sus estéticas a espaldas de las leyes narrativas convencionales. Macedonio Fernández, Néstor Sánchez, pueden integrar esta nómina de creadores profundamente particulares. El escritor y poeta Osvaldo Lamborghini (1940-85), ha sido uno de ellos. Un autor cuyo estilo literario no está inscripto en ninguna continuidad ya que jamás formó parte de secuencia alguna. Su estilo converge con formas de escritura antagónicas, desde la gauchesca hasta incurrir en el corte surrealista, sin desdeñar la parodia. El psicoanálisis y la ironía han sido, a su vez, otra impronta de su prosa. Una respiración narrativa polimórfica de complejo entramado, que nació y murió con él.

Lamborghini publicó en vida sólo tres libros: El fiord (1969), Sebregondi retrocede (1973) y Poemas (1980). Un programa que intentó legitimar un discurso hasta entonces ignorado en los circuitos oficiales de la literatura argentina. Militante peronista, fue miembro de la revista Literal. De personalidad un tanto compleja, llevó una existencia andariega. Falleció en España, envuelto en un manto de leyenda; siendo un autor marginal y secreto. Desde entonces, su figura no ha hecho más que crecer en interrogantes.

Ediciones Seré Breve, ha rescatado una serie de entrevistas periodísticas, encuestas y textos desconocidos de Lamborghini, en pubicaciones como La hipotenusa, Convicción o Panorama, merodeando temas como: el delirio, Lacan, el mercado, la ficción de las masas, la sintaxis desenfrenada y la autobiografía como espejo desformante. Su genio se luce particularmente en las conversaciones que mantuvo con Luis Thonis, y Jorge Di Paola, por ejemplo. Respuestas que cristalizan una lucidez intransigente, posibilitando nuevas maneras de leer su poética. Ingresar a la imaginación lamborghiniana resulta tan complejo, como referirse a la personalidad transgresora de quien supo acuñar una escritura paródica, escatológica, irreverente, por momentos risible y explícitamente sexual. No más tadeos recupera esa voz imprescindible que no deja de refractarse, calando hondo en el ideario del lector. Instaurando otra práctica de la ética literaria. Un terrorista textual, que siempre escribió contra lo que hay que escribir y/o lo que se debe escribir.

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