NOVELA

HOTEL ACANTILADO

PABLO DE SANTIS

(Loqueleo - Buenos Aires)

Nemo no murió.

Ese hombre culto, afecto a las ciencias y los libros, que debe su apelativo al episodio de Ulises y Polifemo en la Odisea (Nemo significa nadie) y ha renunciado a vivir en sociedad, príncipe indio que aborrece a Inglaterra por haber sojuzgado a su pueblo y asesinado a su mujer y a sus hijos, sobrevivió, en contra de lo que creemos, a la explosión de la Isla Lincoln, y busca ahora, luego del hundimiento de su gran creación -el Nautilus- ocultarse de quienes han puesto precio a su cabeza. Por eso funda, bajo el seudónimo de Basilio Timor, el Hotel Acantilado, albergue para solitarios en la Patagonia.

Su objetivo es pasar desapercibido, observar el mundo y aprender a vivir fuera del universo portátil de su submarino junto a su compañero Yukio (¿homenaje a Mishima?), hasta que cuatro pasajeros, que esconden, cada uno a su manera, un secreto, arriban al hotel con perfiles indescifrables y pretensiones espurias. Así es como, en Hotel Acantilado, Pablo De Santis da vida y continuidad al célebre personaje de Julio Verne, y se suma, con este título, a la trilogía de Veinte mil leguas de viaje submarino, Los hijos del Capitán Grant y La isla misteriosa.

En poco más de cien páginas, el autor entabla una aventura con aires de policial donde se entrecruzan también la nostalgia y la Historia, el amor por la literatura, la larga estela del pasado y la imposible idea de escapar de quienes somos.

“La frente alta, la barba blanca, la cabellera abundante y echada hacia atrás”, la mirada tranquila, después de 30 años sin contacto con el mundo viviendo en las profundidades del mar, “el único lugar donde encontró libertad”, ya absuelto “del juicio de la historia”. Así despedía Julio Verne a su personaje en las páginas finales de La isla misteriosa.

Pero no: Nemo no murió: era una treta más de las tantas que puede proponernos la literatura. Nemo vive. Búsquenlo en el Hotel Acantilado, siempre al borde del mar, entre las páginas de este bello libro de Pablo De Santis.

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