Una familia requirió en marzo $ 60.874 para no ser pobre y $ 25.685 para no ser indigente, según los datos informados hoy por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

De esta manera, la canasta básica alimentaria -la que mide el nivel de indigencia- subió 4,5% respecto de febrero, mientras que la canasta básica total -que establece la línea de pobreza- subió 5%, es decir por encima del índice de inflación de marzo que fue de 4,8% en ese mismo mes de acuerdo a la medición oficial.

Las cifras sirven para dimensionar el drama de la pobreza en la Argentina, que afecta al 42% de la población, de acuerdo a los últimos datos del Indec.

Sobre la crisis, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, indica que actualmente alrededor de 10 millones de personas dependen de la asistencia alimentaria.