Grita. Se mueve de un lado al otro. Impaciente. Se agarra la cabeza. Gesticula. Levanta los brazos. Vuelve a caminar como un padre primerizo. Se muerde los labios. Todo eso y mucho más forma parte de las vivencias de Germán "El Mono" Burgos, el nuevo entrenador de Newell's.
El rival de Atlético Tucumán anoche rescató un punto valioso a cinco minutos del cierre del partido. Pero antes tuvo que luchar para lograrlo. El equipo no mostraba señales de recuperacion. Durante esos minutos, el DT no paraba ni un segundo.
Los gestos concentraban la atención de las cámaras de televisión. Burgos es un personaje. Un entrenador muy extrovertido. "Bajá Cabral, por el amor de Dios, bajá" se le escuchó gritar varias veces.