BIOGRAFÍA

Escribano

Hugo Caligaris y Encarnación Ezcurra

(Planeta - Buenos Aires)

Es julio de 1952. Un cadete del Liceo Naval custodia el cuerpo de Eva Perón. Ese cadete de 14 años se llama José Claudio Escribano y no sabe todavía si será médico, o periodista como un tío suyo que es cronista parlamentario en La Nación. Esta anécdota, que hace unos años contó en una entrevista pública en Tucumán, no está en la biografía de Hugo Caligaris y Encarnación Ezcurra. Simplemente porque la vida de Escribano está superpoblada de episodios en los que se cruza con muchos de los nombres más destacados de los últimos 70 años de nuestra Historia y un libro solo puede reflejar un pequeño porcentaje de ellas.

Pasan 19 años, el cadete ha seguido el camino de su tío y está a punto de conseguir -esto sí está en el libro- una de las grandes primicias del periodismo argentino. Publicará que ese cuerpo que alguna vez custodió está en un cementerio de Milán y que el gobierno de Lanusse se dispone a entregárselo a Juan Domingo Perón.

Pasa una década. “Tropas argentinas desembarcan en Malvinas”. El título que encabeza la segunda edición de La Nación del 2 de abril de 1982 resume otra de sus primicias.

Escribano, la biografía, nos lleva al detrás de escena de acontecimientos y al encuentro de personajes que marcaron nuestras vidas. Nos acercamos a presidentes y ex presidentes en momentos clave. A Alfonsín, defendiendo el Pacto de Olivos; a De la Rúa, antes y después de su caída. A hombres de otros campos -Favaloro confesándole sus pesares poco antes de suicidarse- o procedentes de otros puntos del planeta. Encontramos a un Fidel Castro todavía acomodándose en el poder en Cuba, de visita en Buenos Aires; nos metemos en el entierro de John F. Kennedy; revivimos la noche en que Cassius Clay le arrebata el título a Sonny Liston. La lista de nombres asociados a encuentros y entrevistas es impactante: Richard Nixon, Salvador Allende, Juscelino Kubitschek, Arturo Frondizi, Arturo Illia, Jorge Bergoglio, entre muchos otros.

El libro no solo nos ofrece un recorrido fascinante por pasadizos que nos llevan al pasado sino también a momentos y personajes determinantes del presente. Escribano habla sobre el kirchnerismo -arrancando con el célebre “encontronazo”, que en el libro descubrimos que no fue tal, con el presidente electo Néstor Kirchner secundado por Alberto Fernández- y sobre el macrismo. Alterna sus referencias a la política con lecciones de periodismo apoyadas en dilemas profesionales y humanos. Cuáles son los límites del off the record cuando la fuente desmiente públicamente al periodista (como ocurrió con el senador Emilio Cantarero en el escándalo de las coimas en el Senado); qué aconsejó a Diego Cabot cuando le contó que tenía los cuadernos de Oscar Centeno; cómo reacciona un editor ante una noticia cuando su publicación puede afectar los cimientos institucionales de un país. Tres de múltiples interrogantes que responde el biografiado y cuya sola mención tornan al libro de lectura obligada para cualquier interesado en el oficio periodístico.

Uno de los tantos méritos de la biografía es que permite al lector “escuchar” al protagonista, percibir su estilo, detectar los giros que lo identifican, entender las ideas que lo constituyen. Nos permite conocer a alguien que es mucho más que un agudo observador de nuestra realidad. Como bien dice Héctor Magnetto, entrevistado en el libro, “más que un espectador privilegiado, ha sido de un modo u otro protagonista de la política nacional en estas décadas”.

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