- La Sociedad Mundial de los Desamparados

El 13/03 se publicó mi carta “Con los niños, no”, sobre Formosa (mujeres embarazadas y niños), “hecho oculto”, que destapó “Telenoche Investiga”. En términos generales, la misiva apuntaba a los derechos y protección de las mujeres y niños. Casualmente, a los pocos días desaparece Maia (chiquita de 7 años) y empieza un intenso operativo de búsqueda debido a la repercusión y reclamo social. Gracias a Dios apareció sana y salva. ¿Cuántas Maias, madres, adolescentes desaparecieron para siempre y quedaron en el olvido? ¿Cuántas mujeres y niños fueron abusados por parientes y/o desconocidos (en todos los estratos sociales) y nunca denunciados, por miedo o “el qué dirán” de la sociedad? El tráfico de mujeres y niños es conocido en todo el mundo y nadie se inmuta por este imperdonable e interminable flagelo por dinero, poder, placer, locura, drogas, etc. aprovechando la inacción de los gobiernos y existiendo sonados casos de complicidad de las mismas autoridades que, supuestamente, deberían protegerlos. ¿Realmente son los últimos tiempos presagiados del Apocalipsis? ¿Estamos ante una crisis mundial humanitaria, religiosa, social, clasista, degradante, sanitaria, ecológica, paupérrima, educacional, etc., sin pronóstico alentador, si no, “en decadencia”? Así, como inconsciente y automáticamente, hacemos la señal de la cruz pidiendo al cielo, esta vez, les pido unirnos en oración “consciente” por la salvación del mundo, sobre todo en Semana Santa y en la Fiesta de la Divina Misericordia de Jesús (domingo siguiente a Pascua).

Marcos A. Machado

marcos53arg@hotmail.com


- Pensar en tiempos de coronavirus

La pandemia ocasionada por la covid-19, que parecía tan lejana a nuestra propia realidad, ahora nos ha colocado ante una posible catástrofe debido al altísimo y rápido nivel de contagio que tiene. Habría que remontarse al año 1918, cuando la Primera Guerra Mundial llegaba a su fin, donde se originó la epidemia de la gripe española que, según datos y fuentes no muy confiables de la época, habría matado entre 50 y 100 millones de personas; más que las dos guerras mundiales. Es cierto que en aquel momento los médicos y enfermeras combatían el cuadro colocando un paño húmedo en la frente de los enfermos. Hoy, poco más de 100 años después, tenemos más herramientas y más información en materia sanitaria. Pero ¿cómo se actúa ante un “fenómeno” sin precedentes, como el actual? Países considerados del “primer mundo” (como China, Italia, España, entre otros) y con todas las posibilidades a su alcance, fueron sorprendidos e incluso “puestos de rodillas” ante esta nueva amenaza. En tal sentido, nosotros teníamos la “ventaja” de haber observado lo que pasaba en el mundo y actuar en consecuencia. Pero se ha actuado tarde (es cierto que podría haber sido mucho más tarde), y este fenómeno ha desnudado no sólo la precariedad de nuestro sistema de salud pública sino algo mucho peor: nuestro egoísmo. Si algo nos enseñó Albert Camus en “La Peste” es que el mayor peligro no son las epidemias biológicas, sino morales. El egoísmo, la falta de solidaridad y la irresponsabilidad han mostrado lo peor de cada uno de nosotros. Es perfectamente entendible la situación de quienes viven el día a día, que quizá no cobran un sueldo todos los meses y necesitan su sustento para proveerse de alimentos y elementos de higiene y limpieza; sin mencionar el pago de impuestos, deudas y demás con el que nuestro sistema impositivo tan arduamente nos castiga. Tal vez este tiempo en cuarentena sirva para interpelarnos a nosotros mismos con relación al mundo y, fundamentalmente, al otro. Como leí en un artículo del filósofo Jaime Santamaría: “Estamos frente a una situación que va más rápido que cualquier posibilidad de acción y reflexión”. Es menester no caer presos de una parálisis nerviosa o en la paranoia del pensamiento. Estamos ante lo que el filósofo alemán Karl Jaspers denominó “situaciones límites”, es decir, se trata de situaciones que manifiestan la radical finitud del hombre, situaciones más allá de las cuales no podemos ir. En efecto, la pregunta que deberíamos hacernos no es tanto acerca de cuál sea la mejor salida o el mejor diagnóstico; lo que urge en tiempos de coronavirus es ¿cómo hacemos frente al problema? ¿Cómo afrontamos una situación límite con el miedo o el pánico? Quizá sea conveniente pensar el modo de “juntarnos” y ganar en solidaridad con los demás para hacer frente a esta “pelea”. Otra cuestión importante es evitar las “fake news”, que sólo buscan sembrar pánico en la población y que podrían conducir a una histeria colectiva hiperbólica. Respetemos la cuarentena por respeto al prójimo, que no es más que “otro yo”; no nos expongamos innecesariamente si podemos evitarlo. Sabemos de sobra que la estupidez humana no conoce de límites. Debemos reflexionar sobre el efecto que el miedo y el pánico han generado en nosotros. El primer signo de civilización que podemos demostrar es ayudar al otro, empezando por uno mismo.

Juan Pablo Figueroa Crivelli

jfigueroa@unsta.edu.ar


- Transporte público sin GPS

Hace algo más de un año (17/2/2020), en este espacio para los lectores, se publicó una carta que yo envié (“Transporte público y GPS”). Muy agradecida por dicha publicación. Tiene que ver específicamente con la inseguridad de cada día. Los vecinos de Lomas de Tafí, elevamos un nota con este tema  a nuestro intendente y las cosas no cambiaron. Hablábamos de la terrible inseguridad y de las irregularidades en el servicio. Pedíamos que las empresas pongan GPS en cada unidad y que hagan seguimiento satelital de sus colectivos. Y que los usuarios no pasemos tanto tiempo en las paradas sin saber cuándo llegarán los ómnibus. Decíamos que estábamos hartos de ataques de delincuentes y pedíamos ayuda. Si repitieran la carta pintaríamos a lo que sucede hoy. Ojalá pudiera titularse “Multa al transporte público sin GPS”.

Ana Graciela Gómez

anitagre@hotmail.com

- Ciencia argentina

Plausible lo publicado en LA GACETA (03/03), en donde se dio a conocer que a través de la web se difundirán los trabajos realizados por los investigadores argentinos. Se trata, por ahora, de los doctores Houssay, Leloir y Eugenio Sacerdote de Lusting; es decir, nos dará a conocer el legado que nos dieron estos destacados compatriotas, a través de su humildad, honestidad y disciplina en el trabajo. En resumen, debemos fomentar el conocimiento de la ciencia en nuestros jóvenes, para la patria grande. ¡Vamos Argentina!

Eduardo Martínez

Balcarce 734 - San Miguel de Tucumán

- El radicalismo, hoy

Nuestro apreciado correligionario Enrique Ortega hace una valiosa reflexión de la UCR (carta 18/03) sobre nuestro partido, con el que espiritual y políticamente estamos comprometidos. Nosotros, el Movimiento Radical Línea Morada venimos luchando hace más de dos años por la normalización del partido. Nos definimos como radicales sin partido, porque es esencial para la democracia y la República que haya partidos políticos que funcionen, que ofrezcan a la sociedad civil no solo candidaturas sino programas de gobierno, plataformas electorales claras, sin confusiones. Una verdadera unión entre la sociedad civil y la política. Adherimos a la doctrina antes que a los acuerdos. Hay límites dados por nuestro pensamiento, al que jamás renunciamos. Cuando esto exista nuestro partido podrá enderezar los desvíos de diputados, senadores, legisladores y funcionarios que se apartan de la esencia de la UCR. Siguen siendo nuestros principios la libertad, la igualdad y la justicia. Tenemos una historia que nos impide hacer acuerdos con quienes sostienen la falta de libertad, el autoritarismo y son herederos de la dictadura más sangrienta en nuestro país. Todos los correligionarios tienen lugar de lucha en nuestro movimiento.

Esteban Ávila - Jorge V. Chehín

estebanavila@hotmail.com

- Concepción

Observando las situaciones y necesidades de mi ciudad creo que todos somos hijos de Dios y tenemos el mismo derecho de vivir con igualdad así nos falte 10 para ser o no ser un 100% en la vida. La sociedad debe tener seguridad, exigir y defender los derechos de los niños, requerir un hospital científico y tecnológico para cuidar su salud, erradicar la mendicidad dándoles un hogar o tenerlos en alguna institución o, si tienen familia, recuperarlos con ellos. Los chicos drogadependientes necesitan tener un centro de rehabilitación para recuperarse de sus adicciones. El H.C.D. debería crear una bolsa de trabajo coordinando con las escuelas secundarias para que el egresado salga con trabajo siendo útil también al ciudadano común. Rehabilitar la casa de la cultura promoviéndola y también al turismo, ya que contamos con oficinas del P.N.A. y guardaparques. Hay hoteles, transporte, etcétera. El municipio debe trabajar tratando a los residuos urbanos previa clasificación, fomentando trabajo, recuperando el medio ambiente. Realizar un censo municipal para conocernos más. ¿Cómo vive el vecino, qué tiene, qué le falta? Y brindarle un medio de comunicación. Abrir más establecimientos educacionales y traer fuentes dignas de trabajo para un futuro mejor de la ciudad.

Pedro Castaño

pedrin_ppc_concep@hotmail.com