La supuesta “burbuja” que se realizó en la localidad cordobesa de Villa María para que se dispute la Liga Nacional Masculina de Voley (LNMV), la segunda categoría del voley nacional, sufrió un duro golpe. Bruno Fabata, preparador físico del club Tucumán de Gimnasia, dio positivo por covid-19 en uno de los controles de rutina, por lo que el conjunto del “Jardín de la República” no pudo continuar jugando el certamen.

“Está claro que esto no es una burbuja. Había mucha flexibilidad. En nuestro país es imposible organizar una burbuja con 30 equipos. Es verdad que había controles en la cancha, pero también es cierto que los integrantes de cualquier plantel salían de los hoteles para comprar cosas en los kioscos”, reveló Pablo Cerisola, presidente de Tucumán de Gimnasia, que recién el lunes pudo viajar a Villa María, luego de recuperarse de covid-19. “Una verdadera burbuja es la que realizó la NBA para jugar el certamen, donde una persona que entra no puede salir y si salió no puede volver a entrar. Acá, en Villa María, los empleados de los hoteles se van a sus respectivos domicilios, están con sus familiares y al día siguiente vuelven para tener contacto con los plantes de los equipos de voley”, agregó el dirigente.

Tucumán de Gimnasia debía enfrentar ayer a Echagüe de Paraná para definir la mejor ubicación entre el noveno y el duodécimo puesto de la zona campeonato. Debido a este caso, no se presentó y todo el plantel fue hisopado, dando resultados negativos.

Sorpresivamente y a pesar de que Fabata estuvo en contacto con integrantes de otros equipos, los otros partidos del certamen se jugaron normalmente en la jornada de ayer y continuará disputándose hoy. “Cuando aparece un caso positivo de covid-19, debe suspenderse el certamen. River y Regatas de Corrientes estaban en el mismo hotel donde estaba alojado el plantel de Tucumán de Gimnasia. El torneo no se tendría que haber seguido jugando, pero no me sorprende que esto suceda debido a que falta muy poco para el final. Ahora puede ocurrir que haya más contagios y que esto se convierta en un desastre. Espero que no pase eso”, explicó Cerisola.

Fabata se quedará aislado en Villa María, mientras que el resto del plantel emprenderá hoy al regreso a nuestra provincia. “El preparador física estará en control durante 10 días. El plantel está golpeado anímicamente. Por suerte, están bien de salud. Teníamos muchas expectativas y el objetivo era ganar todos los partidos que restaban jugarse. Lamentablemente, sabemos que este virus forma parte de la realidad que vive el mundo actualmente”, dijo Cerisola.

Marcelo Díaz, entrenador de Tucumán de Gimnasia, también exteriorizó su bronca. “Es evidente que se contagió acá. O fue por un contacto con la gente del hotel o por lo que realizaban los traslados. Todos nos hisopamos dos veces antes de comenzar el torneo y dimos resultado negativo”, expresó.

La pandemia no da tregua y el virus le dio un golpe al voley de nuestra provincia.