En Yerba Buena, efectivos de la policía, junto a Personal de la Guardia Urbana Municipal, detectaron una fiesta clandestina en Avenida Solano Vera y Constancio Vigil, en la que había más de 100 personas.

Los efectivos primero tomaron contacto con la propietaria del domicilio, quien no quiso identificarse. Le pidieron a la propietaria del lugar que invite a los invitados a retirarse. Ella accedió al pedido. Pero las personas, al salir, comenzaron a insultar al personal y no faltaron quienes arrojaron piedras y botellas de vidrio.

Un joven de 17 años fue detenido, a quien se procedió a cargar en el Móvil del Personal de Gum. Posteriormente, la defensora de menores Alejandra Rivas dictaminó que el adolescente que había atacado a la policía debía ser entregado a sus progenitores y que no se realice ninguna causa.