Los ecuatorianos eligen hoy a un nuevo presidente luego de que dolorosas medidas de austeridad económica han impulsado el apoyo para el retorno del socialismo al país, con el candidato Andrés Arauz reuniendo a sus partidarios en un esfuerzo por ganar en primera vuelta.

El economista de 36 años, orgulloso protegido del ex presidente Rafael Correa, lidera las encuestas con las promesas de hacer pagos directos en efectivo por unos U$S 1.000 millones a familias pobres y de negar las condiciones de un paquete de financiamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI), de unos U$S 6.500 millones.

EL CANDIDATO DE CORREA. Andrés Arauz. FOTO/REUTERS

Su principal rival, Guillermo Lasso, está luchando por deshacerse de su imagen de banquero conservador, y los encuestadores dicen que también se debilitaría si los temores sobre la pandemia del coronavirus reducen la participación de los votantes.

Una victoria de Arauz estaría en línea con el retorno de las políticas de izquierda en América Latina que se ha dado en Argentina y Bolivia, y crearía un desafío para Washington en su duelo con China por la influencia en el hemisferio.

"Tenemos que seguir convenciendo, para que seamos aún más, y nuestra victoria, la victoria de la esperanza, sea en una sola vuelta", escribió Arauz en su página de Facebook. "Vamos de una, no demoremos más", dijo.

Ecuador sufrió el año pasado un brutal brote de coronavirus que dejó cuerpos sin recoger en las calles de su ciudad más grande, Guayaquil. Las medidas de cuarentena golpearon aún mas la economía que ya sufría los bajos precios del petróleo, la principal exportación de Ecuador, así como fuertes recortes en el gasto público.

GUILLERMO LASSO. El banquero es el principal rival de Arauz. FOTO/REUTERS

El presidente Lenín Moreno, un ex aliado de Correa, impulsó una agenda a favor del mercado con la esperanza de revivir a una economía lenta y fuertemente endeudada. Pero sus esfuerzos por mejorar las finanzas públicas se encontraron con una reacción violenta, que incluyó 10 días de protestas callejeras en el 2019 contra el retiro del subsidio a los combustibles.

La ley ecuatoriana dispone que la votación sea obligatoria y aplica una multa de 40 dólares por abstención.

Los votantes de clase media pueden tener más probabilidades de pagar la multa para evitar la exposición al coronavirus, mientras que los votantes de bajos ingresos, que se inclinan por Arauz, generalmente tienen menos capacidad para pagarla y, por lo tanto, parecen menos propensos a abstenerse. (Reuters)