“Con mucho esfuerzo junté para pagar el anticipo de una moto y después me quedaron pocas cuotas de un crédito. A los dos meses de haber terminado de pagar, me la robaron en un asalto. No podía hacer la misma operación y no me quedó otra que comprar una por izquierda. La necesito para trabajar”, contó Martín, uno de los tantos tucumanos que cayó en un círculo vicioso que genera el mercado negro de estos bienes. ¿Qué sucede si lo paran en un control y descubren que el rodado es robado”. “Ya me pasó. Los policías que me controlaron llamaron a una fiscalía y les dijeron que me identificaran y que me quitaran la moto. Estuve un tiempo asustado, pero después como no pasó nada, compré otra también por izquierda”, concluyó el jardinero.
Historias como esta se multiplican en toda la provincia. “Esto viene siendo así desde hace bastante tiempo. Pero ahora se incrementó por el hambre que hay en las calles. La gente no tiene una y siempre busca ahorrar. Y comprar en el mercado negro, ya sea repuestos o motos enteras es una alternativa. ¿Sabe porqué los políticos no hacen nada? Porque saben que la gente les quemará la Casa de Gobierno, la Legislatura y los Tribunales si es que le quitan el medio de movilidad al pueblo”, comentó Rodrigo Heredia, un hombre canoso que sabe bastante de la vida y de las necesidades de las personas del humilde barrio El Molino, de Villa 9 de Julio.
En San Cayetano, Juana de Jiménez, planteó otra arista del problema. “Es cierto que el que compra una moto ‘choriada’ es porque no tiene una moneda, pero también es así porque es muy fácil conseguirla. Acá en el barrio hay chicos que se dedican a eso nomás. Están en la esquina, viene alguien preguntando por una moto y al rato se la llevan por una buena plata. Con eso se compran ropa, ‘chupi’, droga y viven sentados todo el tiempo en la esquina. Es espantoso lo que está sucediendo aquí. Este era un barrio de gente trabajadora”, comentó.
Una herramienta
Las redes sociales han borrado todas las barreras con las que podría encontrarse una persona que pretende comercializar cualquier cosa sin intermediarios. Pero el problema es la falta de control. En Facebook (ya sea en Marketplace o en cualquiera de las decenas de páginas) se ofrece de todo. Cosas legales e ilegales.
En esta red se venden rodados sin documentación, se piden recompensa por motos robadas, se venden motopartes de dudosa procedencia, y se ofrecen los títulos y cédulas verdes de unidades que fueron sustraídas o que se encuentran secuestradas. .
También publican personas que están dispuestas a comprar cualquier motocicleta sin importar el estado la antigüedad y si tienen o no los papeles para justificar su titularidad. Otros directamente se muestran interesados por adquirir rodados que están incautados en el algún depósito oficial. “Son anzuelos para comprar lo que roban”, indicó Mario Ferreira. “En esta red encontrás de todo. Parece increíble que nadie los detenga”, agregó.
El jefe de la división Sustracción de Automotores Roberto Hisa señaló que realizaron varios procedimientos en base a la información que encontraron en esas páginas. “Hay gente de bien que hace sus transacciones normalmente, pero hay otros que no”, indicó.
“La venta de papeles se deben a dos razones: los adquieren y después adulteran los números de chasis y motor. Una persona los compra de buena fe y, al no hacer la revisación técnica, terminan siendo engañados”, comentó. El investigador recomendó a comprar en negocios oficiales y, si lo hacen de manera particular, tomar todos los recaudos necesarios para no caer en manos de tramposos”, comentó.
El director de Transito de la capital Enrique Romero dijo desconocer que en Facebook vendían papeles de motos con el acta de secuestro de su repartición. “La verdad es que no sé por qué lo hacen, pero me imagino que es porque las multas que deben gastar más dinero pagando la multa que comprando otra, ya legal o ilegal”, indicó. El valor de las infracciones va de los $2.000 a los $11.000 (si el pago no es voluntario) y además deben abonar $150 por día por tener retenido el rodado.
Más datos: rechazaron más de 1.400 pedidos de licencias porque tenían antecedentes por robo
“Hemos rechazado el pedido de licencia a 1.432 personas que tenían causas abiertas en la Justicia por robos y homicidios seguido de robo que pretendían poder tener el carnet. Eso descubrimos cuando empezamos a exigir que presenten el certificado de buena conducta expedido por la Policía”, explicó el director de Tránsito de la capital Enrique Romero. Estas palabras confirmaron las estimaciones que realizaron fuentes policiales en la que informaron que sólo en San Miguel de Tucumán habría unos 1.500 arrebatadores esperando ser enjuiciados. “Nada me sorprende de esta provincia que está detonada por la inseguridad”, concluyó.