El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió “contrarrestar” el autoritarismo de China y Rusia, consideró que debe terminar la guerra en Yemen, por lo que dejará de apoyar a Arabia Saudita, y reclamó a los militares de Myanmar que ocuparon el gobierno que “renuncien al poder” y liberen a los activistas y funcionarios detenidos. 

“La diplomacia está de vuelta”, remarcó Biden en lo que pareció toda una definición de su futura política en materia de relaciones exteriores, durante su primera visita al Departamento de Estado. Respecto de Yemen, juzgó que la guerra “debe acabar”, por lo que retirará el respaldo de Washington a la ofensiva de Arabia Saudita contra los rebeldes hutíes y suspenderá la venta de armas. (Especial)