Suele decirse que los gatos -por su nivel de espiritualidad- son los únicos capaces de dominar a la perfección los tres elementos: el descanso (cómodo, extenso y en los sitios menos pensados), la alimentación y la contemplación reflexiva (observando, igual que las estatuas, un punto fijo en el techo durante horas). Con esta reputación previa, cómo no sorprendernos al ver que en internet circulan videos en los cuales cazan eufóricos manchas imaginarias, pegan volteretas por el piso y se friegan en las paredes llenos de energía.

El motivo de este cambio de conducta es el catnip (Nepeta cataria): también conocida por el nombre de menta gatuna, se trata de una planta que funciona como estimulante sensorial para los mininos. “Esta libera una molécula que es muy volátil y actúa sobre el sistema nervioso central del gato (el cual interviene en el comportamiento sexual). El efecto del catnip dura unos 10-15 minutos y en ese tiempo vemos a nuestras mascotas muy felices y activas”, comenta la veterinaria Patricia El Kadi.

¿Quién sos y qué hiciste con mi gato? Al verlos retozar con sus pupilas dilatadas, revolcarse sin orientación, maullar o salivar, muchos cuidadores/dueños comparan el estado de sus gatos con el de una persona que consume drogas.

Dado que nadie quiere ver a su mascota en rehabilitación hay que hacer una aclaración: este producto no produce adicción ni tiene contraindicaciones para la salud. “El catnip se compone principalmente de aceites, ácidos y taninos volátiles. Estos generan un leve efecto alucinógeno, pero no es para nada peligroso. Incluso algunos adiestradores lo utilizan en sus prácticas (sobretodo en spray) para rociar juguetes o distintos objetos”, explica la veterinaria Andrea Soria.

En los petshop también puede verse en almohadones, cuchas, pequeños peluches, varitas de madera y pelotas. “La Nepeta cataria puede conseguirse seca y troceada, y se la puede colocar dentro de algunos juguetes, esparcida en el alimento o en el piso para fomentar el juego, el uso de rascadores y la caza. Hay también quienes la emplean para calmar a los gatos, dado que en algunos grupos produce un efecto tranquilizante”, detalla Soria.

Por igual, hay un porcentaje bajo de michis que no responden al catnip.

Aplicaciones

En especial, la menta gatera es beneficiosa para los mini felinos que habitan en departamentos de dos por dos y sin escapatoria a techos ni espacios verdes. “Para quienes viven encerrados o pasan mucho tiempo solos en casa, el catnip brinda un estímulo sensorial altísimo y los ayuda a hacer ejercicio. Es sugerida para los gatos con problemas de sobrepeso, ya que no podemos -a diferencia de los perros- sacarlos a caminar”, agrega El Kadi.

Además echar catnip es un truco excelente para facilitar el ingreso de nuestra mascota en la gatera y llevarla a su revisión médica (sin arañazos o pérdidas de brazo).

Detox

A menudo, el catnip suele confundirse con la hierba gatera. “Esta no es una planta en concreto, al contrario, se denomina así a un grupo de hierbas (como -por ejemplo- la cebada, la avena y el trigo). La hierba gatera está compuesta principalmente de fibra. Este compuesto es difícil de digerir y al hacerlo provoca la irritación de la mucosa estomacal. Por medio de este mecanismo se induce el vómito y el animal la usa entonces para purgarse”, dilucida Soria.

Su presentación viene en semillas para que podamos plantarla en cualquier maceta o área con tierra. “La hierba gatera mejora la digestión, sirve como laxante y es buena para los gatos que hacen bolas fecales (al tener el pelo largo)”, agrega El Kadi.

En la naturaleza

Sean mascotas rechonchas y acostumbradas al aire acondicionado o gatos silvestres de grandes proporciones, la reacción es similar.

“El catnip tiene un compuesto llamado nepetalacol, que es al cual responden los felinos. Parece ser que estos nepetalacoles activan los sistemas opioides en el cerebro de los gatos. Y, además de reaccionar a la Nepeta cataria, también lo hacen con la vid plateada (Actinidia polygama), la valeriana y la canela”, comenta la bióloga Alejandra Magdalena Hurtado.

ESTIMULANTE. El catnip y hierba gatera se venden en las veterinarias tucumanas. Cuestan entre $ 200 y $ 600.

Lo curioso es que estos momentos de éxtasis solo ocurren en los felinos, mientras que los canes, ratones u otros especímenes son indiferentes. “En estado silvestre, los felinos comen hierbas de varias especies como emético (es decir, para causar vómito y mejorar la eliminación de fecas), pero no sabemos si buscan la hierba gatera u especies de plantas estimulantes de forma activa”, aclara la especialista en comportamiento animal.

En la Reserva Experimental Horco Molle, junto con las otras plantas, las hierbas gateras son empleadas para trabajos de enriquecimiento ambiental: una metodología que mejora el bienestar de los animales (en cautiverio, domésticos o de producción) al incorporar en los lugares donde viven distintos elementos.

“Los leones y los jaguares reaccionan igual que un gato doméstico, mientras que los tigres, los pumas y los gatos lo hacen con menor fuerza. Por último, hay dos chitas a los que se les dio la hierba y ni siquiera se acercaron”, especifica Hurtado.

Otros ejemplos del trabajo de enriquecimiento para que los felinos exploren, eliminen comportamientos estereotipados u otros problemas (como la agresión, automutilación, obesidad, apatía, etcétera) son esparcir olores de especias en sus recintos, cambiar la ubicación de estructuras o plataformas altas desde donde mirar (a los gatos les gusta y se sienten seguros si observan desde las alturas), colocar presas vivas en cajas para que las encuentren o esconder la comida.

Repelente natural

Según varios experimentos y observaciones prácticas, Hurtado señala que -al parecer- una de las funciones de frotarse contra este tipo de plantas es usar su aroma como repelente de mosquitos.

La investigación más reciente sobre el tema figura en la revista de divulgación Science Advances. Un equipo de investigadores a cargo del biólogo japonés Masao Miyazaki (profesor de la Universidad de Iwate) decidió hacer un experimento para comprobarlo. Los especialistas rociaron una fórmula con nepetalactol en la cabeza de una docena de gatos y los llevaron a una cámara cerrada y llena de mosquitos. Al pasar media hora, ellos contaron cuántos insectos habían muerto y, en efecto, la protección fue mayor a la de otros gatos tratados con sustancias neutras. ¿Será que en el futuro (y con lo que presagia el verano) nosotros haremos lo mismo?