Abigail Jiménez “pudo pasar los últimos momentos de su vida junto con sus padres, pudo estar cerca de sus seres queridos”. Esta reflexión se repitió hoy en el hospital de Niños, en Tucumán, luego de que se confirmara el fallecimiento de la niña, de 12 años, por cáncer.  

Uno de los médicos del centro de salud pediátrico, Fernando Lizárraga, había viajado el viernes pasado a la ciudad de Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero, para ver a la paciente. Los colegas santiagueños que atendían a la menor habían solicitado al equipo tucumano que revisara el tratamiento. Estaban en contacto seguido.

“Estuvo con ella y con los padres, y adaptó algunas medicaciones”, contó esta noche la referente del equipo de cuidados paliativos del hospital provincial, Estela Di Cola. “Dentro de todo, Abigail estaba bien. Hoy salió a pasear con sus padres y al regresar los abrazó; luego, murió”, describió la especialista.

No había tratamiento curativo para Abigail. Ese era el diagnóstico médico y por eso acudía a cuidados paliativos en el hospital de Niños. Continuamente se trasladaba con su familia desde su ciudad hasta San Miguel de Tucumán, sobre todo, durante la pandemia de coronavirus y sorteando las restricciones en la frontera.

Tras el incidente con la Policía santiagueña, la niña continuó el tratamiento en Buenos Aires y en Santiago del Estero.