Por primera vez, Lionel Messi fue expulsado con la casaca del Barcelona. Sucedió esta tarde, en el partido en el que el azulgrana cayó ante el Athletic de Bilbao, en tiempo de prórroga.

El marcador era 3-2 en contra y el jugador argentino, desesperado, golpeó a un rival, que lo obstaculizaba llegar hasta el área.

El árbitro Gil Manzano no había visto la acción, pero Hernández Hernández le avisó desde la sala del VAR y, tras revisar las imágenes, mostró la roja directa al rosarino, que se fue sin protestar ante la claridad de su manotazo por detrás en la cara del jugador del Athletic.

Messi cumplirá su sanción en el siguiente partido oficial, en este caso el de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey el próximo jueves, en Cornellà. En caso de que el Comité de Competición le impusiera dos encuentros de castigo, el capitán del equipo de Koeman tampoco jugaría el domingo ante Elche, en La Liga de España.