El Gobierno nacional rumea la idea de reeditar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y el programa de Asistencia al Trabajo y a la Producción (ATP). Ambos planes rigieron desde pocos días después de que declaró el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) hasta fines del año pasado, con la idea de contrarrestar los daños económicos que ocasionaron las restricciones decretadas para menguar la circulación del coronavirus.

Según precisa Infobae en su portal, en la próxima reunión del gabinete económico se debatirá la posibilidad de diseñar una versión reducida del IFE, y de extender las ayudas salarialesque implican el ATP.

Trascendió que los montos serían sensiblemente menores, debido a la distinta situación sanitaria de cuando se los había implementado. Incluso, Infobae señala que la reedición de estos programas podría darse mediante nombres distintos.

Mañana se realizaría la reunión semanal de gabinete económico, que dirige el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Habría una alta probabilidad de diagramar un programa similar al IFE. La ayuda salarial del ATP, en tanto, se destinaría a los sectores que continúan siendo golpeados por la situación, como el turismo o el espectáculo.

El presidente, Alberto Fernández, ya conoce la propuesta, impulsada por los ministros nacionales de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, y de Trabajo, Claudio Moroni.

El IFE llegó a casi 9 millones de beneficiarios, durante tres pagos bimestrales de $10.000, entre abril y noviembre del año pasado.

De acuerdo a Infobae, las medidas de auxilio a los hogares y a las empresas -IFE, ATP y demás programas en el marco de la covid-19- demandó al Estado durante el año pasado un gasto equivalente a casi un 5% del Producto Bruto Interno; es decir, más de $ 1 billón.

En el peor momento de la pandemia, el ATP llegó a cubrir los salarios de empleados de unas 234.000 empresas, principalmente comercio e industria. En esa primera ronda del programa ATP, según estimaciones oficiales, la ayuda salarial incluyó a 2,3 millones de trabajadores.