Que en 2021 todo seguirá difícil e incierto lo reflejan cifras hoy otra vez alarmantes de muertes y contagios por Covid-19 y, en el deporte, los partidos que ha debido suspender en Inglaterra la Liga más millonaria del fútbol mundial. La crisis sigue y hasta el mundo olímpico mira todavía inquieto el que debería ser el acontecimiento central del año, los Juegos que deberían comenzar el 23 de julio en Tokio. Pero mejor no especular sobre lamentos futuros. Ya sufrimos demasiadas pérdidas en 2020.

La principal, claro, fue la de Diego Armado Maradona. Pero no quería iniciar 2021 sin homenajear, de alguna manera, a otro gran Armando que murió sobre el fin de 2020. Hablo de otro artista popular también llamado Armando. El gran intérprete mexicano Armando Manzanero falleció el 28 de diciembre por Covid-19 a los 86 años de edad. Los boleros famosos de Manzanero no tienen precisamente la melodía de cancha de las canciones de Sergio Denis, es cierto. Pero si hablamos de artistas populares, del género que fuere, la pelota siempre aparece.

Pienso primero en Perú y en Paolo Guerrero. Cuando el capitán, goleador y símbolo de la selección que dirige Ricardo Gareca logró su histórico boleto al último Mundial, Guerrero no pudo viajar a Rusia por una polémica suspensión por doping que terminó ratificando el TAS en Suiza. Fue un golpe para Perú. El Banco de Crédito de Perú (BCP) buscó homenajear a su jugador y recurrió a Manzanero. Al bolero “Contigo aprendí”. El BCP eligió una versión de Valeria Negra Valencia, con imágenes del capitán y el relato de fondo sobre la clasificación a Rusia . Un golazo recordado tras la muerte de Manzanero.

Roberto Fontanarrosa, también artista popular, unió a Diego Armando y a Armando en un tramo de su libro “No te vayas campeón”, donde describe a jugadores y equipos que lo marcaron. Cuenta allí que la primera vez que vio a Maradona jugando para Argentinos en el Parque Independencia, Diego ya jugaba con la sabiduría de un veterano. Y habla de la sociedad que Diego y Miguel Brindisi armaron en el Boca campeón de 1981. “El encuentro de dos almas gemelas, de dos espíritus sensibles, a quienes, en algún momento, el destino habría de juntar en una comunión digna de ser cantada por Manzanero”.

¿Cuántos golazos hizo Diego? ¿Y cuántos bolerazos Manzanero? Si el amor necesita del bolero (“es la antesala de la cama”, se reía Manzanero), el fútbol necesita del número 10. “Los ‘te amo’ -decía también Manzanero- no se van a decir con reggaetón”. Y al fútbol, añadiríamos nosotros, no se juega solo corriendo. Manzanero añadía que “la música siempre ha sido un verdadero alivio, un gran paliativo para los que sufren dolores, carencias”. ¿No podríamos decir acaso lo mismo con el fútbol?

Tan popular era Manzanero que el colega Diego Torres contó una vez en el diario El País, de España, que a Alfredo Di Stéfano, entonces presidente honorario de Real Madrid, no le gustaba cómo demoraba en volver a posiciones defensivas el volante holandés Clarence Seedorf. Y que, entonces, cuando ya terminado el partido lo tenía cerca suyo, Di Stéfano le cantaba por la espalda a Seedorf otro de los boleros más célebres del mexicano: “Esta tarde vi llover, vi gente correr, y no estabas tú”.

Si Maradona compitió contra los mejores, Manzanero (la música aquí sí que es distinta) grabó con los más grandes y sus canciones fueron cantadas por Frank Sinatra, Tony Bennett, Luis Miguel, Julio Iglesias y Chavela Vargas, entre otros. Manzanero decía que “la genialidad del compositor ocupa el 25%” y que el resto es trabajo carácter, disciplina, lucha. Maradona no fue solo genio. Y Manzanero no fue solo romanticismo.

El mexicano contó que lo romántico le vino por la ascendencia maya de su abuela Rita. Recordó que los mayas “dedicaron mucho tiempo a la poesía, a la escritura, a la astronomía” y “se pusieron guerreros cuando llegaron los conquistadores”. Armando es un nombre de origen alemán, Hermann, que significa “El guerrero”. Guerrero Diego Armando (que acabó peleándola como DT de Gimnasia) y Guerrero Armando.

Los Armandos y nosotros hemos tenido que ser más guerreros en 2020. Maradona y Manzanero, cada uno en su escenario, emocionaron por su arte y su entrega. Esa lucha cotidiana que a todos nos exigió en 2020. Y que, en escenarios famosos o en el puro anonimato, nos seguirá demandando en 2021. D eso se trata la vida. Y que los Diego Armando y Armando estuvieron para ayudar a que todo nos sea un poco más liviano.