Primero está el destino, la fortaleza de nuestro espíritu y la buena y la mala fortuna hermanadas en cada movimiento. Después, viene la covid-19 y aquellos hechos que transforman nuestra vida sin previo aviso.

Con la pandemia de por medio, este año representó para muchos un reencuentro con su espiritualidad y con la búsqueda de “ayudas” para sortear las malas rachas.

“Lo que sorprende es el aumento de gente que decidió, luego de consultar internet, hacer algún tipo de ritual con sahumerios o seguir tips (poco fehacientes) para mejorar su suerte. Hay clientes que vienen desesperados porque consideran que 2020 les pasó por encima y no quieren que ocurra lo mismo en enero”, comenta Gabriela Vaca, dueña de un negocio de productos esotéricos.

Durante diciembre, los pedidos más frecuentes fueron las velas de la abundancia y -entre las mujeres- fragancias para realizar baños de Pomba Gira (y así mejorar su conexión erótica).

“Siento que gracias a los cambios de percepción personal que produjo el coronavirus, este tipo de prácticas se hizo popular. El uso de ciertas fragancias o colores para potenciar nuestra energía siempre existió y nos remonta a tiempos ancestrales, pero ahora la curiosidad tocó la esfera pública. Ya no hay tanta vergüenza o hermetismo como antes”, afirma Vaca.

Un ejemplo es la variedad de eventos holísticos que se ofrecen en Tucumán, como las meditaciones durante la luna llena o las tiradas de cartas grupales. En otros casos, el misticismo se combina con la gastronomía para crear tardes cargadas de risas y aprendizaje.

Este es el concepto que empujó a María Zaira Agüero de Chazal y Sabrina Lamaison a crear las reuniones de “Té de brujas”: una propuesta para disfrutar de una merienda entre amigas mientras se prueban diferentes mancias.

“En estos encuentros hay cuatro mesas y cada una cuenta con seis u ocho participantes y un especialista en temas como las runas, numerología, péndulos, oráculos angélicos o astrología. La idea es ir rotando y que todos los participantes accedan por igual a cada mancia”, explican sus gestoras.

Mientras eso ocurre, las tazas se llenan de café con leche o mate, y las reflexiones se intercalan con bocados de semoladas o magdalenas.

“Lo central es que, además de pasar un momento agradable y de distensión, te quedás con el plus de encontrar la respuesta que necesitabas. Las participantes que van con amigas suelen estar predispuestas al 'vamos a ver que pasa'. Mientras que hay mujeres que asisten solas y se nota que necesitan reafirmar ciertas certezas internas”, agregan.

En este sentido, ambas insisten en que durante este último periodo hubo una recurrente búsqueda de disciplinas integrales que abarquen no solo lo físico, sino también nuestro aspecto emocional y mental.

“Hay personas exitosas en su carrera, pero que viven angustiadas, perdidas o dejaron de sentir paz. Buscan incentivos o un consejo sobre dónde mirar para descubrir cuál es su misión en la vida”, destacan las dueñas del espacio holístico “Radha”.

Lecturas

El esoterismo pegó por igual en las librerías, permitiendo que diferentes libros sobre este tópico lleguen a ser top 5 de ventas.

“El auge de estas obras va por la fusión de lo natural (con recetas herbolarias y consejos para utilizar flores y aceites) y lo contemporáneo. Antes que para profesionales, estas tendencias van dirigidas a un público adolescente y veinteañero que disfruta de esa falta de límites entre la magia, la realidad y lo subjetivo”, detalla el comerciante Adrián Corbalán.

A nivel local, entre las obras más vendidas en su librería figuran “Bruja Moderna” (de Dalia Walker), “Magas Ilustradas” (de Josefina Scharegorodsky) y “Jóvenes Hechiceras” (de Jaya Saxena y Jess Zimmerman).

“Son libros de fácil lectura, con mazos de tarot de gran impacto estético y textos breves que explican desde la elaboración de pociones hasta el uso de gemas y los signos zodiacales”, acota Corbalán. Además, un clásico a esta altura del año son los escritos de la astróloga Jimena La Torre.

Limpiezas

Una vez que las posibles malas vibras que circulan en la mesa navideña al juntar a parientes con ideologías diferentes ya fueron subsanadas, queda pensar en qué sucederá a largo plazo. Acá es donde entran las “limpias” espirituales.

“En busca de dejar atrás el caos y que el Año Nuevo sea fabuloso, en diciembre se destacan los pedidos de limpiezas energéticas para las casas, empresas o negocios. Cada año que termina es una época de balances y en este 2020 tan atípico hemos aprendido a darnos cuenta por dónde y cómo fluye nuestra vida. A tomar conciencia de su valor y dejar de lado lo material”, reflexiona Elva Bocanegra de Martínez.

Para recibir la nueva era de Acuario y cerrar ciclos, la profesional en limpiezas energéticas recomienda sahumar los espacios diarios con sándalo, incienso y mirra. El proceso es en círculos, en la misma dirección que las agujas del reloj y desde las habitaciones de atrás hacia las de adelante.

Otro recurso son los baños rituales con jabones de destrabe o de estilo chamánico. “Para hacerlos hay que hervir ruda macho con ruda hembra y hojas de laurel fresco. A ese preparado hay que dejarlo reposar unos 10 minutos, colarlo y verterlo sobre nuestro cuerpo (del rostro hacia abajo) luego de un baño tradicional. Para finalizar hay que aplicarnos -sin enjuagar- una mezcla de agua con 3 cucharadas de miel y nuestro perfume personal almacenada por seis horas”, resume.

Además, Bocanegra de Martínez recomienda algunas proyecciones para las fiestas del 31. “Es bueno vestir de blanco y llevar con nosotros una piedra color azul (de preferencia zafiro o lapislázuli). Ese mismo día podemos prender un velón color azul y una vela blanca y -para potenciar el dinero o los asuntos del corazón- otro velón naranja o rojo. En el costado derecho, hay que complementar con un vaso de agua”, especifica. ¿Te animás?