Hoy es el día. Junto con el grupo de expedicionarios guiados por el personal del Observatorio Astronómico de Ampimpa partimos hacia el desierto donde presenciaremos un eclipse total de sol con su centro en Argentina: el primero con esas características luego de 430 años.

Ayer por la noche todavía calibraban telescopios y cámaras para registro y observación. Ahora son las cinco de la mañana y poco a poco comienzan a congregarse en la recepción del hotel. Impera una calma que precede a la aventura.

En General Roca amanece parcialmente nublado pero los especialistas confían en contar un cielo despejado a la hora del eclipse. Entre todos repasan sus expectativas. Los más afines al interés científico y fotográfico intercambian conceptos técnicos y comparten estrategias. Otros conjeturan una lista tentativa de emociones. “Es probable que se me escapen algunas lágrimas”, repite uno de los integrantes de la misión.

En unas horas estaremos en la indócil estepa patagónica aguardardando el momento mágico que muchos de los participantes esperan hace tiempo. 

LA GACETA / ALVARO MEDINA

En las miradas palpita la alegría de quien está cerca de sus sueños. Se reconocen parte de un grupo privilegiado que podrá ver el fenómeno desde un lugar único: a casi 200 kilómetros al sur de general Roca, en ese punto donde los expertos del OAA han determinado que la luna proyectará su sombra perpendicular, en una circunferencia perfecta. Hoy viviremos el tramo final de una experiencia irrepetible.