En medio del dolor por recibir la comunicación de que Dominga Rodríguez había dejado de existir sus parientes iniciaron, como cualquier persona ante esta situación, los trámites para enterrarla; en este caso, en el cementerio de Río Colorado, donde ya descansan los restos de otros integrantes de la familia Rodríguez.

"Llamamos, y primero nos dijeron que sí la esperarían; pero luego nos avisaron que no nos permitirían el ingreso al pueblo", dijo a LAGACETA.Com Juan Antonio Pereyra, yerno de Dominga.

Igualmente, el cortejo fúnebre partió hacia Río Colorado. Al dolor por la muerte del ser querido le sumaban sentimientos de angustia, motivada por la incertidumbre de no saber si finalmente Dominga podría descansar en paz donde ella quería, según había manifestado en las vísperas de su fallecimiento.

"Estamos aquí, hay tres personas que no nos dejan entrar al pueblo. Con ellos está el guardián del cementerio. Dice que son órdenes del comisionado rural", contó Pereyra, vía telefónica, cuando el cortejo fúnebre llegó al ingreso de la localidad, hacia las 16.30 de hoy.

Añadió que en ningún momento el personal de Luz Médica, el sanatorio donde Dominga murió, le confirmaron que haya estado contagiada de covid-19. "Ella era diabética, y tenía otras enfermedades, pero nunca nos dijeron nada del coronavirus. Además, el cajón va bajo tierra, y está bien sellado. Sólo queremos enterrarla a mi mamá donde ella queria, donde está su esposo, su hermano y su madre", dijo Viviana, una de las hijas de Dominga.

Finalmente, luego de largas discusiones, permitieron que la familia entierre a Dominga en el cementerio de esa localidad. "Pero nos cobraron $ 7.000; y no dan recibo, nada", protestó Juan Antonio. En medio del dolor, no les quedó otra que pagar.