El Concejo Deliberante de Monteros resolvió ayer a la tarde destituir al edil Hernán “Tuco” Aldonate  por “inhabilidad moral”.

La medida contó con los votos de nueve de los 10 ediles del cuerpo. Solo se abstuvo la concejala Rosana Chabán en razón de haber sido compañera de lista con Aldonate, según esgrimió. 

Sesión virtual del Concejo Deliberante de Monteros.

La expulsión de “Tuco” cierra una historia que comenzó cuando a principio de junio, en plena pandemia, organizó una fastuosa fiesta por su cumpleaños en su casa ubicada a metros del hospital local.

El hecho generó el repudio generalizado de la población. La justicia intervino de oficio procediendo a la aprehensión del edil y su procesamiento por violar el artículo 205 del Código Penal. Este impone pena de hasta seis años de prisión a quienes vulneran medidas tomadas para impedir la introducción o propagación de una epidemia.

Finalmente, la justicia dispuso liberar de la causa a Aldonate. Pero previamente admitió el delito y se comprometió como emienda a entregar  $ 85.000 al hospital “General Lamadrid”. “Aquí lo que prevaleció fue el hecho de que el edil hizo lo que nunca debió haber hecho como representante de la comunidad. Además la destitución es lo que aconsejó la asesoría letrada de nuestro Concejo” dijo Fabián Jimenez, presidente del cuerpo deliberativo.

Hernán

Aldonate, de la línea del legislador Regino Amado, había pedido de restitución al cuerpo luego de la decisión de la justicia. Aunque el proyecto de expulsión fue presentado por los ediles de Acción Regional (de Antonio Ruíz Olivares), también contó con el respaldo de los de Amado. Esta es la primera vez, desde 1884, en que instauró el Concejo Deliberante de Monteros, que un miembro es expulsado por sus pares.