Era una de las grandes apuestas del cine argentino para el primer semestre, con un elenco, un director y un guión que aseguraba la respuesta de la taquilla. Pero de las salas abarrotadas se debió pasar al living doméstico, pandemia mediante: en vez de llegar a la pantalla grande, “Corazón loco” se estrena hoy por el streaming de Netflix.
La película está protagonizada por Adrián Suar, Soledad Villamil y Gabriela Toscano, dirigidos por Marcos Carnevale, quien la definió como “una comedia que roza el drama y el thriller con mucho color local”.
En la trama, Suar es Fernando Ferro, un prestigioso traumatólogo con una existencia que se presenta como normal y feliz, con la única característica distintiva a otras de que tiene dos familias: de lunes a jueves, su esposa es Paula (Toscano) y de viernes a domingo, Vera (Villamil). Vive entre Mar del Plata y Buenos Aires y todo por duplicado: dos autos, dos trabajos, dos casas, hijos y perros. La historia toma un giro dramático cuando las mujeres se enteran del engaño que sufren desde hace años.
En una entrevista con Télam, Suar confesó que su mayor desafío fue “hacer querible y empático a mi personaje, sabía que le iba a meter el cuerpo con humor”. “La mirada ahora es ‘qué vas a hacer, ojo que no hables de la mujer, no hables de esto, no quedes mal’. Eso te ata un poco y en ese sentido estoy en contra, porque el arte te puede gustar más o menos y un bígamo no lo inventó ni Marcos ni yo, muchos conocen esos casos. Se sabe, es común”, aseveró.
Carnevale aclaró: “nos cuidamos en no hacer una bajada de línea, no hacer una película machista ni feminista; lo que hicimos es mostrar, no tomar partido por nadie”. “El juicio lo aplican las chicas a partir de la estafa moral que ellas reciben de este bígamo que les miente. Ese es el peor pecado que comete el personaje de Adrián. Más que tener dos familias, primero mentirles. A partir de eso, aplican el castigo. La idea es tirar un tema y ver ahora, con el cambio de paradigma, estas distintas formas de amor que hay”, resaltó. Para lograr crear los climas y las intenciones, resaltó el trabajo creativo realizado con las dos protagonistas mujeres, más teniendo en cuenta que el guión lo escribió él junto a Suar: “me importaba mucho la mirada femenina y tengo dos actrices exquisitas que la hicieron muy fácil”.
El director aclaró que Ferro “genuinamente siente amor por ambas, no es un vivo que tiene una minita acá y una mujer oficial, es de verdad”.
“Yo no hubiese contado la historia de un pícaro que tiene un amante -sostuvo Suar-. No por prejuicio, sino porque es sería película. Lo que me gustó es que tiene una sola familia dividida en dos, que la termina de completar un poco con Gabriela y un poco con Soledad. Hay gente que se separa por falta de amor y acá lo que sobra es amor”.
“En el filme tratamos de jugar, nos divertía la comedia para poder hacer una ficción. Calculo que la gente se ríe porque lo acompañás, esa es la función de la película, el entretenimiento. Después al girar se transforma en un thriller comediado”, concluyó.