Federico Tulio Rengel se presentó ante la Cámara Contencioso Administrativo y abrió una curiosa causa. Como abogado del foro local presentó una demanda contra el gobernador Juan Manzur, contra el vice Osvaldo Jaldo, contra el vocal de la Corte Daniel Leiva, contra el camarista Enrique Pedicone, contra la Provincia, contra el Ministerio Público Fiscal y contra la Corte Suprema de Justicia de la Provincia.

Rengel le pidió a la Cámara Contencioso Administrativo que “condene a todos los demandados a abstenerse de ejercer presión sobre miembros del Poder Judicial para decidir en sus fallos de acuerdo a la voluntad de los demandados y contra del derecho o libre decisión del juez presionado”.  

El abogado agregó que en concreto incluya “a todos y a cada uno de los jueces de todos los fueros e instancias, en donde como abogado defiendo el derecho de mis clientes, los que surgirán de las pruebas a producir en la instancia oportuna”. 

Rengel se encomendó a Dios para que lo asista en esta ruda tarea en la que la conducta de los demandados pone en duda la correcta administración de Justicia. Argumentó que él necesita que el juez que lo juzga sea el juez natural y no alguien que ejerce su influencia.