Con miles de puestos de trabajo perdidos y tres de cada cinco locales cerrados, según sus estadísticas, el comercio languidece en medio de una pandemia que golpea sin piedad a la salud y a la economía. Y aunque no son parte del sector que debió cerrar sus puertas tras la última decisión del gobierno, advierten que en las condiciones en las que trabajan, están condenados a la desaparición. “Esto no da para más”, afirma Sofía Guraib, secretaria general de la Cámara de Comercio, y se refiere sobre todo a dos puntos: la imposibilidad de seguir trabajando en horario corrido y el ahogo impositivo al que, dicen, los someten desde el Gobierno.

“Desde junio venimos haciendo presentaciones. Encuestamos a los comercios sobre la experiencia con horario corrido y bajo ningún punto de vista es rentable. Fuimos a la Legislatura, al COE, estuvimos con la ministra (de Gobierno) Carolina Vargas Aignasse, pedimos que se amplíe el horario, para que haya más disponibilidad de atención al público y evitar aglomeraciones de gente o de volver al horario habitual, pero la respuesta fue negativa, y esto no da para mas”, advirtió Guraib. “Cumplimos a rajatabla con los protocolos, pero también hay una realidad económica que es insoslayable”, dice.

La dirigente afirma que durante cinco meses hicieron un esfuerzo muy grande manteniendo el horario corrido de 10 a 18. “Pero evidentemente esto no tiene nada que ver con los contagios, que se multiplican. No tiene nada que ver una cosa con la otra”, dice. “Le pedimos ayuda al Gobierno para poder seguir dando trabajo. El principal problema es que a la siesta no hay circulación de gente. El tucumano no está acostumbrado a quedarse en el centro, volvemos a casa para comer por una cuestión económica. En otras provincias tal vez funcione, pero aquí no. No es un capricho, esto no da para más”, explica. Además, agrega, el horario corrido se mantiene sólo en la capital- “En otros municipios cortan el horario, y trabajan hasta las 20”, informa.

Guraib asegura que la llegada de las altas temperaturas solo aumentará sus problemas. “Nadie viene al centro a la siesta. No es ilógico lo que estamos pidiendo. Al tener amplitud horaria contribuimos a que la gente no se agolpe. No queremos que nadie trabaje más horas de las que están estipuladas, pero advertimos que el Estado va a ser responsable de que la gente se quede sin trabajo”, afirma. Según trascendió, desde el Gobierno saben del reclamo, y lo tienen en estudio. Pero como está la curva de casos, es muy difícil que se vuelva al horario cortado.

El martes en el COE se evaluaría la situación y tomarían una determinación, pero lo que primero se trataría de solucionar es la problemática de quienes debieron cesar sus actividades, como bares, restaurantes y gimnasios. Recién después se vería lo de los comercios, que no dejaron de trabajar, se explicó oficialmente a LA GACETA.

La dirigente de la Cámara de Comercio asegura que hay casos, como los de los locales de las galerías, que están agonizando. “Hay comerciantes que lloran por la falta de ventas y nosotros no es que seamos millonarios, vivimos día a día”, ejemplifica. “Hemos pedido que se revean cuestiones impositivas, como las retenciones de Ingresos Brutos. Nos aplican el 5% y solicitamos volver al 3,5% como antes, pero no nos dieron respuesta. A eso le tenemos que sumar el problema con los colectivos. Hoy, según nuestras encuestas, la pandemia es la quinta preocupación de los tucumanos. Primero están la falta de empleo y la inseguridad, que van de la mano. Desde el día 0 estamos a disposición de las autoridades, cumplimos con todos los protocolos, pero así es imposible seguir. Están matando a nuestro sector, son los únicos responsables”, finaliza.

Paciencia

La ministra de Gobierno, por su parte, afirma que está al tanto del reclamo de los comerciantes, pero pide paciencia. “Tenemos una curva ascendente pronunciada y con muertes. No podemos flexibilizar ni ampliar cosas. Entiendo todo lo que está pasando, pero mientras la estructura sanitaria no permita brindar más permisos vamos a seguir como estamos. El martes vamos a hablar con gastronómicos, bares y restaurantes para ver su situación y resolver cómo seguimos. Y luego hablaremos con los comercios. Tengo sus pedidos y vamos a analizarlos, pero esta situación se debe monitorear todo los días y tomar decisiones al respecto”, advierte.