Si hasta hace algún tiempo era extraño ver por las calles de Tucumán circulando personas en monopatines eléctricos, en los últimos meses se convirtió en una escena cada vez más común. La tendencia de la micromovilidad (vehículos pequeños, personales y ecológicos) ya está instalada en todo el mundo y la pandemia de coronavirus la ha afianzado, sobre todo porque evita el riesgo de contagio en el transporte público.
“Cuando ando en la bici, los autos me odian, los colectivos se te tiran encima, nadie te da paso. Cuando ando en el monopatín eléctrico, recibo miradas y aplausos, te tiran buena onda”, dice Lucas Moreno, que alterna la bicicleta y el monopatín como sus principales medios para moverse por el centro.
Simpatía por la novedad o sana envidia de los conductores que ven que no hay embotellamiento que los detenga, lo cierto es que el monopatín eléctrico es uno de los vehículos ideales para desplazarse en distancias cortas, además de ser livianos y compactos. Es que, por el momento, si vas al banco, a un comercio o a un bar, el “mono” tendrá que estar al lado tuyo porque, por el momento, no hay manera de dejarlos estacionados de manera segura.
En la comparativa con su competidora urbana principal, la bici, cada uno gana en ciertos aspectos. “En la bici estás haciendo ejercicio mientras te desplazás, pero en el monopatín llegás impecable, sin una arruga y sin transpirar, un dato bastante importante para Tucumán”, compara Lucas. Respecto del mantenimiento, ambos vehículos son similares: hay que controlar que estén limpias y lubricadas las partes móviles, mantener calibradas las cubiertas (algunos modelos de monopatín eléctrico tienen ruedas que se inflan) y, en el caso del “mono”, acordarse de cargarlo cuando sea necesario. La batería se recarga con un cargador de pared similar al de una notebook.
Por estos días las redes comenzaron a llenarse de ofertas de vehículos para moverse en las ciudades de manera inteligente. Las opciones son muchas y para comprarse un monopatín hay que tener en cuenta algunas cuestiones. Estos son algunos consejos del blog español especializado en micromovilidad, Inercia.com:
1. Pensá muy bien el uso que le vas a dar al monopatín. Hay infinidad de diseños, desde livianos y minimalistas hasta algunos más robustos, similares a las scooter. Si es para uso urbano sin grandes desniveles, un monopatín eléctrico de 350 watts es suficiente. Es importante pensar si vas a necesitar plegarlo y cargarlo con frecuencia; ahí el peso y las dimensiones serán importantes.
2. Peso máximo soportado. Cada equipo indica cuánto peso soporta. Siempre será mejor tirar hacia arriba el número (puede aumentar el precio también), pero es una manera de asegurarse una mayor vida útil. La mayoría ronda los 100 kilos, un número que se acomoda al peso general y sus variables (si vas con una mochila pesada, por ejemplo).
3. Autonomía y capacidad de la batería. La capacidad de carga de una batería se mide en amperios. A mayor amperaje, mayor capacidad de carga y, por tanto, mayor autonomía. Los valores dados por la marca sobre autonomía no siempre son reales, ya que son tomados en condiciones ideales. Por lo tanto, si vas a hacer trayectos diarios de 15 km, por ejemplo, y la autonomía declarada del monopatín es de 20 km, mejor buscá uno con más autonomía.
4. Atención a la calidad de la batería. Las hay de plomo, de gel y de litio. Las de plomo son las más resistentes, pero las más pesadas y antiguas; hay que cargarlas al 100% tras cada uso. Las de gel son las más económicas pero soportan menos ciclos de carga (unos 500) y, como tienen memoria, hay que cargarlas al 100% después de cada uso. Las baterías de litio son las más eficientes y vienen en los monopatines de más calidad, aunque son también las más caras. Aguantan más ciclos de carga (entre 2.500 y 3.000 cargas) y no tienen efecto memoria, con lo que se pueden cargar sin tener en cuenta su nivel de carga.
5. Frenos. Te vas a sorprender con lo rápido que andan los monopatines eléctricos: el promedio es de 20 o 25 km/h, pero puede aumentar con el viento o la pendiente. Lo ideal es que cuenten con frenos a disco, que son los más efectivos.
6. Con casco, siempre. Por la misma razón que la anterior (los monopatines eléctricos andan rápido) es imprescindible que circules con casco. Una caída a 25 km/h por un bache o algún obstáculo puede ser muy peligrosa.
7. Repuestos y reparaciones. Algunas marcas lanzan a la venta monopatines eléctricos sin tener en cuenta el medio y largo plazo. La gran mayoría son importados, aunque pueden ser de muy buena calidad; sin embargo, en algún momento necesitarán repuestos. Tratá de buscar marcas que te ofrezcan una buena gama de accesorios y recambios para poder disfrutar de tu monopatín eléctrico durante años.