EL PRESIDENTE LEVINGSTON Y EL TERRORISMO

El presidente Levingston propondría una entrevista entre varios mandatarios latinoamericanos, para considerar la situación del continente a raíz de la ola de terrorismo desatada. La cancillería no dio a conocer oficialmente detalles sobre ese cónclave presidencial. No obstante, fuentes consultadas admitieron que la comunicación “está lista” para transmitirse a los embajadores de países vecinos, especialmente Uruguay, Brasil y Bolivia. En los últimos días ha recrudecido la acción de comandos terroristas en la Argentina, algunos de los cuales emplearon métodos similares a los utilizados por la organización extremista “Tupamaros” del Uruguay o a las autoridades autodenominadas “Fuerzas Armadas de Liberación Nacional” de Brasil. El propio Levingston se preocupó por la situación interna de su país, y hace cuatro días -luego que 30 jóvenes armados coparan la ciudad de Garín y mataran a un policía-, anunció medidas represivas mucho más severas.

URUGUAY: EXIGENCIA DE LOS TUPAMAROS

Los guerrilleros urbanos Tupamaros exigieron ayer al gobierno uruguayo la excarcelación de “todos” los extremistas presos en ese país -estimados en algo más de un centenar- en canje por el cónsul brasileño Aloysio Mares Dias Comide y el experto norteamericano en Seguridad Dan A. Mitrione, secuestrados hace unos días. La exigencia es la mayor demanda de rescate jamás registrada hasta ahora en Latinoamérica desde que comenzó la reciente ola de secuestros hace pocos años. Los Tupamaros, en un nuevo comunicado dado a conocer ayer tarde, reclaman que los prisioneros liberados sean enviados en exilio a México, Perú o Argelia.

Mientras tanto, el gobierno del presidente Jorge Pacheco Areco, enfrentado por primera vez con una situación tan apremiante, mantenía estricto silencio sobre la posición que habrá de adoptar en la emergencia. Los raptores hicieron llegar su anunciado cuarto comunicado a la redacción del vespertino “El Diario”.

PIRATERÍA AÉREA: OTRO AVIÓN HACIA CUBA

Por primera vez en el historial de la piratería aérea, fue secuestrado ayer en Miami, y desviado hacia Cuba, un gigantesco avión Jumbo Jet, con 360 pasajeros a bordo. El descomunal Boeing 747, fue apartado de su ruta por un hombre barbudo descripto por el piloto como muy parecido a Ernesto “Che” Guevara. El individuo estaba armado de una pistola y un bolso que, según dijo, estaba lleno de explosivos. El aparato estuvo de regreso en Miami unas cuatro horas después del secuestro. Un portavoz Pan American, propietaria de la máquina, declaró que el primer ministro Fidel Castro, estaba en el aeropuerto José Martí, de la capital cubana. Según el vocero, descendió del aparato el secuestrador y, durante una espera de media hora antes de la partida del avión, Castro habló con el piloto para preguntarle si tendría problemas para levantar vuelo. El aeropuerto de La Habana no está equipado para recibir a los nuevos aviones gigantescos, pero el Boeing despegó sin dificultad.