Se reúnen cada domingo para ofrecer la merienda a unos 60 chicos del barrio Julio Abraham, en Alderetes. “Surgió distribuir chocolate porque hay mucha necesidad aquí. Los niños salen a vender porque sus padres no tienen trabajo”, manifestó Romina Fuensalida, una de las organizadoras.

“Esa sonrisa que logramos la primera vez que lo hicimos, es lo que queremos ver todos los fines de semana”, enfatizo la joven voluntaria en un informe de LA GACETA Play. Los organizadores “hacen todo a pulmón” y con su propio dinero.