Florencia Caram

LICENCIADA EN COMUNICACIÓN SOCIAL - UNT

Hace 10 años terminé la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, con una tesis sobre la revista Cosmopolitan y la “objetivación” de la mujer. Hoy me quiero tomar un minuto para analizar la tapa de la última edición de la revista Caras. Muestra a una adolescente que habla tres idiomas, practica judo, hockey y equitación. Es la heredera de una gran fortuna y será la reina de Holanda. En el verano trabajó como camarera de un bar (hecho, para mí, mucho más noticiable que el título de la portada). Asume su rol de manera amigable y responsable para sus cortos 16 años. Pero a la revista sólo le interesa su cuerpo no hegemónico; no le alcanza con todo lo bueno y destacable que tiene esta piba.

La polémica tapa de Caras: “Esto es cuestión de género; no se habla de la pelada del príncipe Carlos”

La tapa no tiene nombre, pero sí talla. Una vez más los medios de comunicación pretenden obligarnos a cumplir sus estereotipos de belleza; esta vez utilizan plus size como una forma copada de decirle gorda. Pero además, resalta, “luce con orgullo su look plus size”, como algo negativo, algo con lo que esta adolescente debe lidiar, pero sobrelleva.

Este mensaje enmascarado se dirige a toda una generación de adolescentes que continuamente es bombardeada por estereotipos que hay que cumplir, y corren el riesgo, en algunos casos, de llegar a una enfermedad alimenticia para poder cumplir con estos estándares impuestos. Esta tapa es repudiable e irresponsable. Contra eso también luchamos.