En plena apertura del turismo interno, que lanzó el Gobierno bajo el lema "Tucumán para tucumanos", el clima es ideal para sacarle provecho y hacer una escapada de fin de semana.

Hay sitios emblemáticos y otros que son muy pocos visitados. Se trata de lugares a los que se puede acceder con los hijos adolescentes, en familia. Lo mejor es elegir un destino, preparar las mochilas, usar ropa cómoda y empezar un trekking que puede resultar inolvidable.

EL CADILLAL

Una cascada accesible para la familia

Lugar: Aguas Chiquitas.

Distancia: a 27 kilómetros del centro.

Reserva Provincial: se creó en 1982.

Es un sendero de 4,5 kilómetros de caminata (entre ida y vuelta) en medio de la selva de yungas. Llegar a la cascada de Aguas Chiquitas es más accesible a partir de la colocación de peldaños de madera, las barandas, y la cartelería de señalización. Tanto niños como adultos pueden acceder a esa expedición desde que se bajó el grado de dificultad para las trepadas. La recompensa del esfuerzo físico tiene, al final del camino, un regalo de la naturaleza: una cascada de unos 45 metros de altura. Para hacer la caminata se requiere usar ropa deportiva, cómoda y firme. Lo ideal es comenzar desde la usina (frente al río Loro) alrededor de las 8 de la mañana.

TAFÍ VIEJO

Una caminata con aromas de las yungas.

Lugar: Sendero Velárdez.

Distancia: a 5 kilómetros de Tafí Viejo.

Altura: 1.800 metros en la cumbre.

El paisaje es majestuoso. Quienes llegan por primera vez se deslumbran con su belleza al descubrir lo que se esconde detrás de los cerros. Durante la caminata es posible percibir cómo se mezclan los diferentes aromas de las plantas, y tocar los troncos de los árboles cubiertos de musgos. Se trata del mítico sendero Velárdez, bautizado así en honor a Nina Velárdez, una mujer que vivió en la montaña y dedicó su vida a la naturaleza. Entre las 8 y las 15 es el mejor horario para hacer la expedición. “El viernes 13 se hará una caminata hasta la apacheta para homenajear a Nina, en su fecha de cumpleaños”, anunció Walter Flores, voluntario de guardaparques.

LA COCHA

Una vertiente de agua helada en la selva

Lugar: Cascada Los Pizarro.

Altura: 90 metros.

Localidad: La Cocha.

En la primera etapa de la caminata, el paisaje muestra enormes campos con plantaciones de soja y de citrus. La expedición comienza en el dique Los Pizarro. Después de unos 15 minutos, la selva de yungas se cierra y el camino está cubierto de malezas. La senda está marcada, porque cada vez son más grupos de aventureros los que van de visita a la cascada. En tres ocasiones hay que cruzar el río antes de llegar a la cascada. Para lograrlo no hace falta tener un estado físico de atleta ni tampoco hay que ser un experto en trekking, pero sí es fundamental hacer la caminata con un guía turístico especializado o en compañía de algún lugareño que conozca el terreno. Al pie se forma un piletón natural.

TAFÍ DEL VALLE

Un majestuoso mirador desde las rocas

Lugar: Cerro El Pelao.

Altura: 2.680 metros.

El dato: una de las sendas más accesibles nace en La Banda.

Un sitio ideal para quienes aman las caminatas por los cerros. El Pelao es la mejor excusa para un paseo pleno de atracciones en familia. El cerro se deja recorrer en profundidad a pie, en bicicleta o en moto (siempre hay que respetar las huellas para no seguir erosionando el terreno); se puede contratar una excursión o inventarla, y subir de día o de noche. El enorme coloso está ahí, a mano, y a disposición de quienes deseen explorarlo, treparlo, y descubrir sus riquezas y curiosidades. Ocupa aproximadamente el 30 % de la superficie central del valle y está constituido por rocas graníticas de unos 400 millones de años de antigüedad.