El escenario fue Villa 9 de Julio. Fue un capítulo más de un Tucumán cada vez más violento. La Policía busca a dos hermanos acusados de haber matado a un supuesto ladrón, que habría robado en casa de un vecino.

La historia comenzó a escribirse en la tarde del feriado por el 9 de Julio. Al menos dos desconocidos ingresaron a una vivienda ubicada en el pasaje Juan Fanzolato al 900. Ataron y golpearon a un hombre de 65 años que vivía solo, para robarle. Luego huyeron del lugar con algunas pertenencias.

El barrio se revolucionó cuando trascendió lo que había ocurrido. “Al poco tiempo, la noticia se difundió rápidamente y todos comenzamos a sospechar de un grupo de desgraciados que siempre andan robando por aquí. Pero nunca nos imaginamos que pasaría algo así”, dijo Lucía Medina.

¿Y qué sucedió? Un joven de 18 años y su hermano de 21, sin parentesco con la víctima del robo, fueron a buscar a los autores del hecho para hacer justicia por mano propia. Ubicaron a uno de los sospechosos y lo asesinaron de una puñalada en avenida Martín Berho al 800. “Vinieron dos changos en moto y, como si nada, le empezaron a gritar a uno que estaba caminando: ‘¡No vayás más por ahí! ¡Te vamos a matar!’, le dijeron. Parece que se quiso defender y uno de ellos lo hirió y después se fueron”, comentó Hugo Corbalán. “No me metí porque aquí no conviene hacerlo”, agregó.

En esa vereda de Villa 9 de Julio quedó tendido Emilio Guillermo Gerez, de 38 años. Cuando llegaron los médicos para atenderlo, ya había fallecido. Los investigadores de la división Homicidios, al mando de los comisarios Diego Bernachi y Juana Estequiño, identificaron a los sospechosos y, cuando los fueron a buscar a sus domicilios, ya se habían escapado.

Mientras realizaban la pesquisa, en Homicidios se presentó un joven que habría participado en el robo con la víctima del crimen. Allí habría contado que los hermanos los atacaron y que él se salvó al poder escapar del lugar. El cómplice terminó siendo en testigo clave del homicidio, pero la fiscalía especializada en Robos y Hurtos ordenó que no se lo detuviera por haber asaltado al hombre en su casa.