Pese a la cuarentena, el tucumano Luciano Cortés Ayusa sigue en una intensa actividad. Desde Miami, donde vive desde hace tres años, participó de la lectura en vivo de cuentos de Roberto Fontanarrosa por YouTube, que organizó la Casa Miami Argentina, junto a Viviana Saccone, que actuó desde Buenos Aires (https://www.youtube.com/watch?v=HrgiwPQAj40). También participó del ciclo Teatro en Cuarentena junto a Miriam Lanzoni. En Netflix se lo puede ver interpretando a Leonardo Da Vinci en la serie juvenil “Club 57”. Pero esas son solamente algunas de las actividades del actor de raíces taficeñas desde el país del norte.

Luciano comenzó su carrera a los 11 años actuando junto a su padre, Víctor Hugo Cortés. Años más tarde su madre, Claudia Ayusa, decidió incluirlo en las presentaciones con su estudio de ballet clásico. Así, en su infancia y adolescencia fue formándose en el teatro, la danza y la música.

En 2013 entró a Fuerza Bruta, el grupo de teatro experimental acrobático y sensorial derivado del español La Fura Dels Baus. Después de cuatro años en la compañía decidió irse a EEUU para visitar a su novia -actual esposa-, la bailarina Lauren Gaspard, a quien había conocido en Corea del Sur durante una gira. Juntos fueron a recorrer el país en auto durante tres meses y terminaron en Jacksonville (Florida), donde viven sus actuales suegros. Hoy, a los 32 años, radicado con su pareja en Miami, trabaja como actor y performer y durante la cuarentena da clases por Zoom y ensaya una obra de microteatro, mientras se capacita para debutar en el rubro inmobiliario.

- ¿Por qué elegiste Miami?

- Tenía que volver al país a fines de 2017, pero la situación estaba muy fea. Había bajado mucho el trabajo, Fuerza Bruta hacía pocas giras, con un elenco reducido y ya no estaba en Recoleta. Tenía en Buenos Aires una productora de eventos que estaba bastante parada. Todos me aconsejaban que no volviera, pero quedarme suponía encontrar un medio de vida y obtener una visa. Entonces, con mi novia decidimos casarnos.

- Una decisión bastante rápida...

- Fue una conmoción para su familia, que es muy formal y clásica, sureña, acostumbrada a planificar una boda con un año de anticipación. En 10 días les revolucioné el rancho. Fue muy loco, pero estuvo buenísimo. Después decidimos vivir en Miami, que nos ofrecía un terreno apto para la actividad artística. Hay danza, teatro y una cultura muy latina, que me permite un desarraigo menos doloroso. Hay mucho talento argentino acá y un movimiento de habla hispana que está cobrando cada vez más fuerza. Existen ocho salas que decidieron unirse en una asociación de teatristas y productores hispánicos, Histepa.

- ¿Qué te gusta de esa ciudad?

- El clima, es como verano todo el año. Es una ciudad de playa, con una cultura más frívola y pasatista. No es un lugar a donde venga gente a construir su vida. Viene mucho inmigrante y se queda hasta que se acomoda, para luego emigrar a otro sitio. En lo artístico pasa de todo, con mucha formación académica.

- ¿Cómo es tu proyecto teatral?

- Con mi esposa creamos la compañía Salvaje, de teatro físico inmersivo. El público forma parte de la experiencia, como en Fuerza Bruta, De la Guarda y La Fura Dels Baus. En Miami hay una tradición muy clásica del teatro, el público que concurre generalmente es adulto mayor, acostumbrado a sentarse cómodamente para que lo diviertan desde el escenario. Nosotros apostamos al lenguaje físico para romper con las limitaciones del idioma y lo convencional, para atraer a un público más joven. Por ejemplo, hicimos un espectáculo que transcurría en un container, para 10 a 20 personas.

- ¿Sobre qué trata tu próximo espectáculo?

- Se titula “Broda” y es una sátira a la sociedad. Somos dos personajes que vamos pasando por diferentes relaciones de amistad. Es un show muy dinámico que tiene el ritmo del zapping televisivo, pasa de una escena a otra rápidamente y es un bombardeo de estímulos. Se está flexibilizando la pandemia de a poco y nos mudamos a una casa que tiene espacio para desarrollar un teatro underground.

- ¿Cómo repercutió en Miami el caso de George Floyd?

- Como en todos los Estados, hubo protestas. Hace una semana los manifestantes fueron al centro comercial y prendieron fuego todo, saquearon los negocios en un shopping al aire libre, hubo autos de Policía incendiados, fue devastador. Estamos con toque de queda en la noche. Se calmó un poco. Los policías de Miami tuvieron el gesto de arrodillarse frente a los manifestantes. Dejé de ver las noticias porque me hacía mal ver tanta violencia. Lo positivo es que este caos hace que salga a luz un estado de cosas que estaba invisibilizado y que se necesita cambiar. Es algo comparable al movimiento de las mujeres en la Argentina.