"Por suerte existe la prensa", celebró en su editorial el conductor de "Panorama Tucumano", Federico van Mameren. Y agradeció a los periodistas de LA GACETA Álvaro Aurane y Federico Türpe, porque sin su vocación por el oficio jamás la ciudadanía se habría enterado que autoridades de los tres poderes del Estado provincial se burlaron de los ciudadanos al juntarse a compartir un asado, en tiempos en que está prohibido juntarse y compartir.

"En la casa del intendente de Banda del Río Salí, Darío Monteros; el gobernador, Juan Manzur; el vicegobernador, Osvaldo Jaldo, los intendentes de Tafí Viejo, Javier Noguera, y de Las Talitas, Carlos Nájar; el vicepresidente primero de la Legislatura, Gerónimo Vargas Aignasse, el vocal de la Corte Daniel Leiva, no tenían ningún problema en brindar. Había que comer un buen asado. Se estaban burlando de usted. Le piden que no salga, que no vaya a trabajar, que no deje salir a sus hijos, que use barbijo y alcohol... Mientras ellos se estaban riendo de usted", fustigó Van Mameren.

Seguidamente, enumeró una serie de sentimientos -ninguno bueno- que bien podrían haber experimentado los tucumanos al enterarse, merced de los periodistas de LA GACETA, de esa comilona. "Es difícil inerpretar todo esto. Genera bronca, preocupación; otros quizá busquen hacer política con esto. En lo personal siento una gran desilusión por nuestro sistema", dijo el conductor.

Indicó, además, que esa conducta desautoriza a las autoridades. "El gobernador dijo que los tucumanos somos difíciles para cumplir las reglas; él demostró ser muy tucumano. ¿Con qué cara los intendentens que estaban allí les pedirán a los ciudadanos que cumplan las reglas que ellos no cumplen. Jaldo, en este mismo estudio, dijo que había que tratar con severidad a los que venían de viaje. ¿Y a él mismo? Se hace muy difícil que las conductas se respeten si quienes nos deben dar el ejemplo no lo hacen", manifestó.

Y los cuestionamientos no le cupieron solamente a los poderes políticos. "LA GACETA intentó hablar con el vocal de la Corte para que explicara esto, porque es grave el daño que le ha hecho a la Justicia. Pero Leiva prefirió hacer silencio", señaló Van Mameren.

Y cerró su editorial, como había comenzado: agradeciendo el rol de la prensa, del periodismo. "Lo más grave es que quisieron averiguar quiénes eran las fuentes, quiénes les habían dicho a estos dos periodistas de LA GACETA lo que luego publicaron. En vez de buscar culpables, los ciudadanos nos merecemos un pedido de disculpas, por el desinterés hacia nosotros. Agradezco nuevamente a los periodistas. Gracias a Dios existe la prensa", celebró.