Ni Francisco González, ni Lautaro Ávalos dejaron de pensar en los Juegos Olímpicos. “Sus” Juegos no se suspendieron, como sí los de la nadadora Delfina Pignatiello, Olimpia de Oro 2017, o el campeón olímpico en Río 2016 en yachting, Santiago Lange, por citar algunos ejemplos de quienes serán representantes argentinos en Tokio 2020, los Juegos de mayores que pasaron para el próximo año. Tanto González como Ávalos, al igual que Pignatiello y Lange, tienen “chip” olímpico en su cabeza, pero en sus casos sin alteraciones porque los Juegos Olímpicos de la Juventud Dakar 2022 -por ahora- no sufrieron modificaciones por la pandemia.

Los tucumanos están preseleccionados en sus respectivos deportes por lo que les queda un camino muy exigente hasta conseguir su puesto olímpico. Eso lo tienen en claro desde antes de que la covid-19 alterara el planeta. Donde sí los afecta es en los entrenamientos. “Están practicando en su casa, pero ya son más de dos meses”, remarcó Adriana Nofal. La referente del Comité Olímpico Argentino (COI) en la provincia explicó que desde el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard) enviaron un pedido especial para que ambos atletas reciban un permiso de flexibilización en sus entrenamientos.

REFERENTE. “Pancho” junto con la “Peque” Pareto. El tucumano comentó que la medallista es muy simpática.

“Sus disciplinas involucran mucho la fuerza, por eso es importante que vuelvan a entrenarse”, indicó Nofal. El pedido, que en la jornada de ayer iba a ser evaluado por el Comité Operativo de Emergencia (COE) de la provincia, solicita dos días semanales, una hora cada día, para que solamente con sus entrenadores y con las normas sanitarias que correspondan González, yudoca, y Ávalos, pesista, puedan trasladarse a las prácticas.

Para “Pancho” es clave volver a estar de modo presencial con Ronald Girones. “Por las tardes puedo entrenarme con mi hermano”, agradece González. Víctor, el mayor, fue campeón Panamericano 2019 Junior y ganador del premio LA GACETA en su deporte en 2018. “Yo me beneficio más entrenándome con él. Tiene más experiencia y es más avanzado que yo, pero los dos nos entrenamos fuerte para no perder el ritmo”, comentó el yudoca que, con los años y el apoyo de su familia, sumó tatamis, pesas y otros elementos que en el aislamiento se convirtieron en un “salvavidas” para la puesta a punto.

Las soluciones para Ávalos son más difíciles de encontrar. El levantamiento de pesas requiere discos y barras especiales que pocos gimnasios poseen en la ciudad. Uno de ellos es Hugo’s Team, donde Ávalos realiza las prácticas con el entrenador Hugo Aníbal Nediani. “Mi papá me improvisó unas ‘pesitas’ con un caño y unos bidones. Son chiquitas, pero es lo que hay para no perder el ritmo”, contó Ávalos. Con la creación de su padre intenta someter su cuerpo al alto rendimiento que, como apuntó Nofal, ni su colega deportivo ni él pueden dejar de sentir por mucho más tiempo si el deseo es seguir en carrera hacia Dakar 2022.

En lo mental

Además del terreno deportivo que los jóvenes atletas están perdiendo en el aspecto físico, también lo están cediendo en la preparación mental. De los más de 30 campus que el Enard tenía programado para este año, es probable que pocos puedan realizarse.

EN FAMILIA. Lautaro disfruta cuando merienda con su abuela, Dorys; su tía, Belén y su mamá, Daniela.

El único que se hizo en febrero contó con 480 deportistas de no más de 18 años (12 de ellos tucumanos y fue la continuación de la metodología que se implementó para los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 en Buenos Aires). Los campus se realizan en el Cenard duran una semana. Los deportistas viven la experiencia de una villa olímpica, en menor escala claro está, con capacitaciones de todo tipo. Tampoco faltan visitas como las del técnico de River, Marcelo Gallardo, o la yudoca campeona olímpica, Paula Pareto. “Ese día aprecié muchísimo lo que nos contó sobre su sacrificio como deportista y médica traumatóloga. ‘Nada es imposible’, nos dijo. Sé que puedo llegar lejos si me lo propongo”, fue la reflexión del alumno del Instituto Decroly de 13 años que pudo fotografiarse con la “Peque” después de su exposición.

Ávalos también pudo compartir con un referente de su deporte, el colombiano Aymer Orozco, uno de los 14 extranjeros que aportaron conocimiento en el campus que contó con un staff de entrenadores de cada federación nacional. “Me pareció muy bueno y me había propuesto viajar a Colombia. Estaba muy entusiasmado. Esos días de entrenamiento en el Cenard me ayudaron mucho a mejorar mis marcas”, reconoció el pesista de 14 años.