Lalo Schifrin es un pianista notable, un gran compositor y un requerido director orquestal que fue capaz de enlazar y popularizar esas facetas a partir de incorporarse al mundo del cine y las series donde, aseguró, “pude lograr lo que yo llamo el contrapunto audiovisual”.

Autor de populares temas que se asocian inmediatamente a las imágenes, Schifrin señaló a Télam que “lo importante en la música de cine es ayudar al director a transmitir emociones”.

El artista que a la distancia mañana en París se hará acreedor a un lauro de la Unión Francesa de Compositores de Música de Cine y con ello pasará a ser parte del Comité de honor de la entidad que incluye a miembros como Ennio Morricone, Howard Shore, Jean-Claude Petit y Vladimir Cosma, destacó su vínculo con los realizadores audiovisuales.

“Con muchos directores me hice amigo por estar meses trabajando y porque les gustaba la música mía antes de trabajar conmigo”, evocó Lalo, y mencionó a Clint Eastwood que fue quien le entregó el Oscar.

Para ahorrar

Lejos de querer ponderar el tipo de escuela que integró de manera sobresaliente para vestir series y largometrajes, el autor de la suite “Gillespiana” (compuesta antes de ser pianista y director musical del grupo del trompetista) ponderó a los actuales compositores de música para cine que usan la electrónica y dijo “hacen lo que tienen que hacer y me gustaría saber cómo lo hacen”.

Pero Schifrin también apuntó que el hecho de recurrir a máquinas en lugar de los músicos para vestir las tramas de esas producciones “tiene que ver con la decisión de ahorrar dinero”.

El artista radicado en Estados Unidos confesó que la Argentina está con él “todo el tiempo” y no olvidó su admiración.