Lleva 42 años en el hipismo, su gran pasión. Arrancó cuando tenía seis años en el desaparecido Club Hípico Tucumán. Y desde hace 17 años, cuando la Municipalidad de San Miguel de Tucumán decidió desalojar al club del parque 9 de Julio, monta en su casa, donde armó boxes y una pista de arena. Verónica Infante es una amante de la equitación y disfruta pasar las 24 horas con los caballos debido al aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por la pandemia del covid-19. “Amo convivir tanta horas con los caballos. Para mí es algo espectacular. Más allá de que tengo la ardua tarea y la gran responsabilidad de cuidarlos. Todos los días me encargo de darle la alimentación, de la limpieza y del entrenamiento. Estoy feliz de hacerlo y jamás dejaría de elegirlos porque son seres especiales, ideales para pasar la cuarentena con mejor actitud y buen ánimo”, expresó la amazona.

LIMPIEZA. Antes de finalizar la jornada, la amazona baña a sus pupilos.

“Me siento una privilegiada. La cuarentena no genera ningún tipo de angustia en mi caso, ya que me dedico a lo que realmente me apasiona. Si me comparo con otras personas, que pasan el aislamiento encerradas en espacios reducidos, esto sería como estar en Disney para un adolescente”, comentó.

Extraña los alumnos

Lo que comenzó como un hobby personal, con el correr de los años fue cambiando y es por eso que desde hace casi 11 años, Verónica formó el Centro Ecuestre Al Galope en su propia casa de media hectárea, ubicada en el barrio Barrancas del Salí. Actualmente cuenta con 11 caballos y varios alumnos, aunque ninguno puede concurrir a tomar clases debido a la cuarentena. “Extraño muchísimo a los alumnos, desde los más pequeños hasta los más grandes. La nuestra es una escuela con una esencia única en camaradería, que aprendí a generar desde mi infancia cuando comencé la práctica de este deporte en el Club Hípico Tucumán. Antes de que se iniciara la cuarentena, las actividades en el Centro Ecuestre Al Galope estaban a full. Teníamos clases para niños y para adultos, con caballos de la escuela y en otros casos con ejemplares de propiedad de los alumnos. Realmente nos divertimos mucho y sumamos permanentemente la concurrencia de los padres, mientras esperan que sus hijos terminen con la actividad ecuestre, forman rondas de mateadas. Eso sí se extraña muchísimo. Hoy el club siente esa ausencia”, contó.

Para Verónica la jornada arranca temprano y termina tarde. “Desde hace cinco días tengo un colaborador alojado en la escuela que me ayuda con las tareas diarias. Opte por esa opción, porque los chicos que trabajaban antes no podían venir todos los días debido a la pandemia. Antes de las 8 de la mañana ya estamos alimentando a los caballos y cerca de las 9.30 arrancamos con la limpieza de los boxes. Luego realizamos la higiene de los ejemplares, antes de arrancar con el entrenamiento. Cerca de las 12.30, luego de soltar algunos caballos en los corrales, realizamos un descanso. A la siesta comenzamos nuevamente con las tareas. Limpiamos cama y agregamos viruta. Es de vital importancia tener las camas en buen estado. Entre las 20 y las 20.30 estamos terminando con las actividades, aunque antes de ir a dormir siempre recorro los boxes para ver cómo están. Y muchas veces, si es necesario, me levanto a la madrugada y voy a ver algún ejemplar”, indicó. “Soltar a los caballos todos los días en los corrales para evitar el encierro es fundamental, como hacerlos entrenar en la cuerda o montarlos. Es clave para evitar el estrés de los caballos, que después pueden terminar en problemas serios de salud”, agregó.

TAREA CONCLUIDA. La amazona al finalizar el primer turno de tareas.

Antes de que comenzara el aislamiento, “Vero” también pasaba mucho tiempo con los caballos, aunque ahora está “full time”. “Al tener más tiempo libre y me dedico casi las 24 horas del día a los caballos. Solamente salgo a comprar los alimentos, para los caballos y para mí. Pero lo hago una vez por semana. Pero insisto, para mí es como estar en Disney, aunque yo trabajo y los caballos disfrutan”, añadió.

La amazona y profesora reveló que mantiene charlas telefónicas con sus alumnos y que todos están ansiosos por volver a montar. “Todos son muy respetuosos de la cuarentena y saben que es por el bien común. Muchos de mis alumnos me cuentan que extrañan muchísimo venir todas las tardes al establecimiento, donde además de montar mantienen otros contactos con los caballos. Por ejemplo, muchos le reparten zanahorias a los caballos, los bañan, los sacan a comer pasto y a caminar en el predio. El Centro Ecuestre Al Galope es un lugar familiar, tranquilo y seguro”, expresó. “Actualmente hay pocos caballos. Debido a la cuarentena y a la incertidumbre que se generó, muchos alumnos decidieron llevar los ejemplares a sus propios campos. Nadie sabe realmente cuánto tiempo más durará todo esto”, agregó.

Incertidumbre

La temporada de torneos ecuestres iba a arrancar a fines de marzo en nuestra provincia, por lo que todavía no se realizó ningún concurso de saltos variados en Tucumán. “Nadie sabe con exactitud cuándo podremos competir. Espero que esta situación se normalice pronto y que todo vuelva a la normalidad. Una escuela sin alumnos y con muy pocos caballos es imposible de sostener económicamente. Estoy haciendo un gran esfuerzo para mantener el predio en las mejores condiciones para que cuando los alumnos regresen, la escuela se encuentre de la mejor manera. También habrá que ver qué pasa con los certámenes regionales, que son clasificatorios para el Federal que todos los años se realiza a fines de octubre. A este concurso van los mejores de cada categoría de distintas regiones, por lo que habrá que ver cómo se resuelve. Por ahora no tenemos ninguna información de la Federación Ecuestre Argentina sobre cuando se desarrollarán todos los torneos que ya se suspendieron y los que tienen fecha para los próximos meses”, señaló.

PREPARACIÓN. Verónica alista a su pupilo antes de comenzar la práctica.

“No hay dudas de que habrá un antes y un después de esta pandemia. Todos tendremos que hacer esfuerzos para volver a la normalidad. Cuando tengamos la oportunidad de retomar el deporte, desde el Centro Ecuestre Al Galope realizaremos promociones para que todo puedan disfrutar de este apasionante mundo de los caballos. Ese será nuestro aporte”, concluyó Infante, que ahora más que nunca vive dedicada en forma exclusiva a los caballos.