Músicos tucumanos firman un pronunciamiento nacional que refleja la grave situación que atraviesan los artistas independientes ante el aislamiento social dispuesto por la pandemia de coronavirus. Bajo el título “Los sonidos profundos de nuestra tierra merecen este abrazo”, expresan su apoyo a las políticas que se implementan desde el Gobierno nacional, pero advierten que “es tiempo de incertidumbres, necesidades, angustias, y por tanto tiempo de solidaridades y compromisos”.

“Nos preocupa generar conciencia social y nacional acerca de la incidencia de esta crisis en el colectivo laboral de la música argentina. Somos varias decenas de miles que atravesamos esta cuarentena desde una absoluta imposibilidad de generar ingresos. No somos un colectivo homogéneo. A las disparidades estéticas, generacionales, de orígenes, género, espacios y territorios laborales, deben añadirse las de nuestras condiciones desiguales de ingresos”, alertan en el documento, donde destacan que hay muchos autónomos y precarizados, que no pueden abonar la cuota mínima del monotributo.

Juan Falú, Lucho Hoyos y Topo Encinar sumaron sus firmas a las de Franco Luciani, Liliana Herrero, Lisandro Aristimuño, Lito Vitale, Peteco Carabajal, Sandra Mihanovich y Teresa Parodi, entre muchos otros. Aclaran que no pretenden ningún tratamiento especial, pero alertan sobre la situación general.

Junto a la descripción de la situación, los músicos presentaron propuestas. Si bien valoran las líneas de beneficios abiertas por el Ministerio de Cultura, el Instituto Nacional de la Música y el Fondo Nacional de las Artes, consideran que “no se garantiza que lleguen a la población de músicos más necesitada ante dificultades como la carencia de ciertas documentaciones o la falta de manejo de las herramientas digitales”.

Mayores apremios

También impulsan “un mapa territorial de la música, capaz de enriquecer los existentes con datos acerca de quienes padecen mayores apremios, facilitar su acceso a las plataformas de ayuda social y compartir y cruzar información entre organismos”; y promueven “un línea de acción que garantice la valoración y difusión de los contenidos artísticos sin prejuicios ni criterios subjetivos para la selección”, con impronta federal.

Sugieren “la implementación de un fondo de ayuda que pueda recibir aportes públicos y privados”; y defienden la necesidad de estimular la difusión de música argentina en los medios, lo que permitiría redireccionar regalías hacia la producción nacional en vez de a las transnacionales del sector.

“Músicxs pobres de provincias pobres; músicxs que dependen de los magros ingresos de reuniones en vivo, ya sean recitales realizados a pulmón donde en tiempos ‘normales’ el empate es el mejor resultado, ya sea en maratónicas bailantas de cumbia y chamamé -dice el escrito-. La música es bálsamo para muchxs. Es el desquite de los humildes para refrescar sus cuerpos trajinados durante la semana, siempre atrás de una ilusión. Es alimento de la memoria, de la emoción, de la libertad. No poder trabajar es una tragedia. Pero atravesar esta tragedia sin la conciencia solidaria que nos acompañe, solo suma tristeza a la injusticia en soledad”.

Se reciben adhesiones en el mail musicxsargentinxs@gmail.com, con nombre, DNI y provincia.